El economista Gonzalo Bernardos ha vuelto a levantar la voz sobre uno de los temas más sensibles para millones de españoles: el sistema público de pensiones. En una reciente entrevista en YouTube, Bernardos se mostró tajante y crítico, advirtiendo que la viabilidad del actual modelo está comprometida y que se requieren decisiones valientes.
“No somos un ejemplo para el resto de países”, aseguró el experto, subrayando que el modelo español es tan generoso en sus prestaciones que su sostenibilidad futura está cuestionada. Según Bernardos, el déficit actual del sistema alcanza ya los 65.000 millones de euros, una cifra que, aunque asumible por el Estado a corto plazo, seguirá creciendo de forma preocupante si no se aplican reformas urgentes.
¿Dónde está el problema?
Bernardos identifica varias causas que están minando el sistema: el envejecimiento de la población, el alargamiento de la esperanza de vida, y una estructura laboral inestable y precaria para los jóvenes, que limita las cotizaciones. A esto se suma la creciente desconfianza en productos complementarios como los planes de pensiones privados.

“El problema es que muchas veces esos planes están diseñados para que gane la gestora, no el cliente”, afirma. Según sus estimaciones, el ahorro medio que los españoles tienen en planes de pensiones privados ronda apenas los 11.000 euros, una cifra que deja claro lo lejos que están estos productos de poder suplir las pensiones.
Tres posibles soluciones… y muchas dudas
En su análisis, Gonzalo Bernardos reconoce que existen tres vías posibles para revertir la situación, aunque solo una de ellas cuenta con su aprobación. La primera medida, aumentar las cotizaciones a la Seguridad Social, le parece inaceptable: “Los jóvenes ya ganan poco, y si tienen que pagar más, acabarán ganando aún menos”.

La segunda, aumentar la edad de jubilación, sí cuenta con su apoyo. Bernardos cree que la edad de retiro debería adaptarse progresivamente a la esperanza de vida, y que es lógico que, si vivimos más, también trabajemos más años. “Sé que muchos de mis amigos sueñan con jubilarse antes de los 60, pero esto no va de deseos, sino de realismo.".
La tercera medida —recortar las pensiones a quienes ya las cobran— le parece moralmente inaceptable. “No se puede perjudicar a gente que ha cotizado toda su vida y que ahora depende de esa pensión. Es una cuestión de justicia”, sentencia.
Un mensaje claro: hay que trabajar más
Más allá de las medidas concretas, Gonzalo Bernardos lanza un mensaje directo: la clave para salvar el sistema es que la gente trabaje más años. “Tiene que haber una mayor correlación entre lo que se aporta y lo que se recibe. No digo que sea exacto, pero sí que esté en consonancia”, señala.
También insiste en que los responsables políticos deben dejar de postergar el problema. “No podemos seguir dejando que el déficit aumente sin límite. Es insostenible”, añade. Y mientras tanto, recomienda a quienes puedan hacerlo que busquen formas de complementar su futura jubilación con ahorro privado.
Con un tono duro pero constructivo, Bernardos vuelve a poner sobre la mesa un tema que muchos prefieren evitar: el sistema de pensiones necesita reformas estructurales, y cuanto antes se actúe, mejor.