No todos los días se asiste a un evento que mezcla tradición, talento joven y emoción sincera. La gala de los Premios Princesa de Girona, celebrada en el Liceu de Barcelona, fue una de esas ocasiones que dejan una huella. Leonor, nuevamente, sorprendió con sus palabras y atrajo la atención de quienes le escuchaban.
Leonor, heredera al trono, no solo presidió con temple el acto, sino que logró capturar la atención y, sobre todo, las emociones. Su discurso, natural y lúcido, marcó un nuevo momento estelar en su creciente rol institucional.

Leonor destaca frente a Felipe VI, a una generación que florece en las grietas
Entre los premiados se encontraba un arquitecto y profesor en Cornell y Harvard, Manuel Bouzas, cuya obra apuesta por una construcción sostenible. La princesa no dudó en reconocer su visión. Señalando que “aunque asume que vivimos en crisis e incertidumbres constantes, este es el mejor momento para ser joven y conjugar arquitectura y sostenibilidad”.
Bouzas, que ha llevado sus proyectos a ciudades como Roma, Valencia o Venecia, se mostró igual de claro. “Somos una generación hija de la crisis, sí, pero que florece entre sus grietas”. Para él, la clave está en “cuestionarlo todo” y pensar distinto si queremos rediseñar una industria responsable del 40% de las emisiones.
Su mensaje resonó profundamente y conmovió incluso al rey Felipe VI, presente en la gala. El joven arquitecto no esquivó la realidad, pero tampoco se rindió ante ella. Su mirada crítica y entusiasta encajó perfectamente con el tono del acto.

Leonor como portavoz del cambio
No fue solo Bouzas quien captó la atención de la princesa. Leonor, también mencionó con admiración a Valentina Agudelo, creadora de un dispositivo de detección precoz de cáncer de mama con IA. Y a Pablo Sánchez, impulsor de incubadoras accesibles para bebés prematuros en hospitales con pocos recursos.
Celebró la capacidad del ingeniero Andreu Dotti. Por su capacidad de convertir una frustración personal con las matemáticas en una plataforma educativa que hoy ayuda a miles de estudiantes. A Gabriela, científica guatemalteca, la describió como alguien “entusiasmada por una convicción: todas las personas merecen una atención en salud digna”.
Y sobre Antoni Forner-Cuenta, ingeniero químico, subrayó su entusiasmo contagioso por lograr un almacenamiento eficiente de energías renovables, vital para la transición ecológica.

La voz propia y mirada firme de Leonor que emociona
Con un estilo cercano y muy preciso, Leonor dejó clara su admiración por los jóvenes premiados y sus valores. Su forma de conectar con ellos y transmitir sus historias con empatía, consolidó su papel como referente emergente de una monarquía más humana y consciente.
La princesa habló de dificultades, sí. Pero también habló de soluciones, de entusiasmo y del futuro que subsana los problemas. Y en cada palabra, reflejó la responsabilidad de quien representa y comprende su tiempo.