Hay viajes que dicen más de una relación que mil entrevistas. El último descanso de Peyu con Mireia Colonques no ha sido ostentoso ni mediático. Ha sido íntimo, deportivo y, sobre todo, muy catalán. Una fotografía basta para entender el momento que vive la pareja: serenidad antes de un curso lleno de cambios y un “nosotros” afianzado lejos del plató.
El presentador, asociado al humor más afilado de la pantalla catalana, eligió un entorno de altura para desconectar. Ella, compañera en la vida y anclada al mundo rural, aparece detrás de la cámara y delante del relato. La imagen y el texto que la acompaña han encendido el interés de sus seguidores, no tanto por el destino, sino por el mensaje entre líneas.
Una carrera por la Vall de Núria y un guiño romántico a Mireia
La postal tiene el sello inconfundible de los Pirineos. Peyu se estira, con las zapatillas aún calientes tras salir a correr, y mira al horizonte. Quien aprieta el disparador es Mireia. Él lo explica con naturalidad: mini vacaciones, aire puro y la promesa de una etapa que empieza ya.
Remata con una declaración sencilla y directa hacia su pareja, a quien define como lo mejor que hay en este mundo, y un grito de celebración bien suyo: “Visca Catalunya!”. La escena llega después de compartir su ruta de senderismo por la Vall de Núria. El valle de circo glaciar conectado por la célebre cremallera, consta de un santuario arropado por las cumbres y un lago.
El lugar no es casualidad. Núria es sinónimo de naturaleza en mayúsculas y de experiencias al aire libre en verano: rutas familiares, noches estrelladas y un entorno protegido que invita a parar y respirar. Perfecto para quien busca silencio antes de una temporada exigente.
Nuevos retos y apoyo del entorno
El pie de foto de Peyu no solo habla de deporte o paisaje. Habla de futuro. Anuncia “nuevos retos” tras el cierre de ‘El búnquer’ en Catalunya Ràdio, un punto y aparte que su equipo ya venía encajando mientras exploraba formatos alternativos para la próxima temporada. La despedida del programa, convertida en noticia antes del verano, marcó la agenda del presentador, que ahora se mueve entre teatro, proyectos audiovisuales y la radio en clave diferente.

Junto a ese horizonte profesional, la vida personal aporta otro contexto que el público valora: Mireia Colonques no es “la novia de”, sino una veterinaria con nombre propio. Copilota con Peyu la explotación Les Cabres d’en Peyu en Muntanyola, una granja y quesería que apuesta por manejo semiextensivo, energías renovables y visitas divulgativas. Ese vínculo con la tierra explica el tono del viaje: sencillo, sostenible y con botas a mano.
Su presencia pública, además, ha crecido por méritos propios. En 2024 se convirtió en la primera mujer en ganar el histórico concurso de gossos d’atura de Ribes de Freser con su perro Drop. El triunfo la situó como referente en un ámbito tradicionalmente masculino. Desde entonces, ha competido y formado parte de citas pastoriles dentro y fuera de Catalunya, consolidando una imagen de trabajo, técnica y carácter.
El tándem completa el perfil familiar que ya conocíamos: una relación de largo recorrido, una hija, Arlet, y un proceso de adopción meditado con calma. Todo ello dibuja una pareja que reparte su tiempo entre escenarios y pastos, entre focos y queso.