Un hombre mayor y una mujer rubia elegantemente vestida aparecen frente a un edificio histórico con un emoji de sorpresa en la esquina superior derecha

La opinión de la familia de Lady Di sobre Meghan Markle que no gustará a Carlos III

Nuevo escándalo con la familia británica involucrada.

Han pasado más de 25 años desde que el mundo perdió a la princesa Diana, pero su figura sigue generando admiración, respeto… y también controversia. Sobre todo cuando se la compara, directa o indirectamente, con Meghan Markle, la mujer que conquistó el corazón del príncipe Harry y dividió a la familia real británica como nunca antes.

Desde el primer momento, Harry ha intentado vincular la imagen de Meghan con la de su madre. La ha descrito como compasiva, empática y fuerte, cualidades que según él, eran también el sello distintivo de Lady Di. Sin embargo, esa visión ha chocado con la de otros miembros muy cercanos a la princesa.

El entorno de Diana no comparte el relato de Harry

Según reveló el periodista Tom Bower en su libro Venganza: Meghan, Harry y la guerra entre los Windsor, el propio Harry buscó la validación de su familia materna cuando inició su relación con Meghan. Esperaba que sus tías y su tío Charles Spencer vieran en su novia rasgos similares a los de Diana.

Hombre mayor de cabello canoso con traje oscuro junto a un auto y una sirena de alerta roja dibujada a su lado
Montaje con el Rey Carlos III y una señal de emergencia. | XCatalunya, redes

Pero la respuesta fue más bien fría. Según Bower, las hermanas de Lady Di expresaron sus dudas desde el principio. Alegaban que Meghan era “ambiciosa, excesivamente mediática” y, sobre todo, muy diferente en carácter y valores a la Diana que ellos conocieron. Ese juicio cayó como un jarro de agua fría sobre el príncipe.

Un consejo que lo cambió todo

La situación escaló aún más cuando Charles Spencer —el hermano menor de Lady Di— decidió intervenir. Preocupado por la rapidez con la que avanzaba la relación entre Harry y Meghan, le pidió que se lo pensara dos veces antes de casarse. Aquella advertencia no sentó nada bien en el entorno del príncipe.

Una mujer con expresión de sorpresa junto a un hombre mayor de cabello canoso y traje oscuro.
El Rey Carles III y una chica sorprendida a su izquierda en un montaje. | Viktor Gladkov, XCatalunya, Sandy Aveledo

A partir de ahí, las distancias entre Harry y sus tíos se fueron haciendo más evidentes. Aunque siguieron presentes en actos simbólicos, como la inauguración de la estatua en honor a Diana o el bautizo de Archie, la relación ya no volvió a ser la misma. Meghan, por su parte, nunca se pronunció sobre ese rechazo en público.

Una relación marcada por la sombra de Diana

Tanto en la famosa entrevista con Oprah como en la docuserie Harry & Meghan, el hijo menor de Carlos III ha insistido en que ve en su esposa muchos de los valores que representaba su madre. Ha dicho frases tan contundentes como: “Me enamoré de Meghan por la forma en que me recordaba a mi madre”.

Y aunque Meghan ha mostrado respeto por la figura de Diana, incluso emocionándose al hablar de ella, su integración en la familia de su marido ha sido cualquier cosa menos fluida. Lo que en un inicio parecía una historia de amor de cuento de hadas, pronto se convirtió en una batalla de frentes abiertos.

Lo que nadie esperaba: la confesión que rompe el mito

Lo más impactante ha salido a la luz hace apenas unos días. Según una fuente cercana a la familia Spencer, y confirmada por medios británicos como The Mirror, uno de los sobrinos de Diana, hijo de una de sus hermanas, ha reconocido públicamente que Meghan le recordaba más a Sarah Ferguson que a Lady Di.

El comentario, realizado en un encuentro privado pero filtrado a la prensa, ha encendido las redes sociales. Y no por el paralelismo con Fergie, sino porque por primera vez un miembro joven y directo de la familia de Lady Di expresa abiertamente esa comparación, que muchos consideraban tabú.

Con esta revelación, parece evidente que la comparación entre Meghan y Diana nunca fue compartida dentro del propio clan Spencer. Una realidad incómoda que Harry ha preferido ignorar, pero que ahora, con esta confesión inesperada, rompe definitivamente con el relato que él ha intentado construir durante años.