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Nuevo problema entre Cristina de Borbón y Felipe VI

El distanciamiento es ya insalvable

La familia real española ha vuelto a reencontrarse en público en las últimas semanas. En concreto, el pasado sábado, Felipe VI, la reina Sofía y las infantas Elena y Cristina acudieron al funeral de Fernando de Borbón y Medina, un primo lejano del monarca, que falleció con 58 años. A pesar de la solemnidad del momento, el encuentro no ha pasado inadvertido, ya que dejó entrever cierta tensión entre el rey y su hermana Cristina.

Un reencuentro que parecía prometedor

Hasta hace unos meses, el distanciamiento de la infanta Cristina respecto a Felipe VI era evidente: el escándalo del caso Nóos y su posterior divorcio de Iñaki Urdangarin la habían relegado a un discreto segundo plano. Sin embargo, su progresiva reaparición pública —incluso participando en algún acto junto a sus hermanos— dio pie a pensar que los vínculos se iban normalizando.

Dos mujeres, una joven con cabello largo y rubio y una mujer mayor con gafas de sol, ambas con expresión seria.
Infanta Cristina y su hija Irene Urdangarin | La Razón, Don Balón, XCatalunya

En agosto, concretamente, sorprendieron las fotos del monarca y la infanta Cristina conversando en un coche con total naturalidad. Aquello encendió cierta esperanza de que se limasen viejas asperezas y que la hermana del rey pudiera reintegrarse, al menos de manera informal, en los eventos familiares.

El gesto que evidencia la brecha

Sin embargo, durante el último encuentro en la real parroquia de Santa María Magdalena de Sevilla, donde se ofició la misa de difuntos por Fernando de Borbón, pudo verse un momento muy revelador. Felipe VI, tras salir del templo y despedirse con dos besos de su prima Simoneta Gómez-Acebo y de su hermana Elena, pasó de largo cuando se encontró con Cristina. Ninguno de los dos dio un paso para saludarse, algo totalmente opuesto al tono cordial de hace unos meses.

El episodio se hizo más notorio porque la reina Sofía esperaba a su hijo para marcharse con él, y se la vio cansada por haber tenido un acto oficial en La Granja de San Ildefonso por la mañana. La escena completa terminó de forma fría: Felipe VI cogió a su madre para irse, mientras Cristina se quedó sin despedida.

Posibles motivos del distanciamiento según la prensa

El hermetismo de la Casa Real complica conocer el motivo real de este enfriamiento. Según se comenta, podrían existir dos causas principales:

Un hombre mayor con traje oscuro y corbata azul claro saluda mientras en un círculo rojo se muestra a otro hombre con barba y traje gris.
Juan Carlos I y Felipe VI | Casa Real, XCatalunya

La situación económica de Iñaki Urdangarin. Tras su divorcio de Cristina, Urdangarin estaría exigiendo más dinero del pactado inicialmente. Se especula con una mensualidad más alta —algunos hablan de duplicarla— y una amenaza de airear secretos incómodos de la Corona si no se cumplen sus demandas. Para Felipe VI, la presión ejercida por Urdangarin supondría un problema, y tal vez culpe a su hermana por la postura de su exmarido.

El comportamiento de los hijos de Cristina. Los últimos movimientos de Miguel e Irene Urdangarin habrían causado roces en Zarzuela. Al parecer, tras tomarse un año sabático se instalaron en el palacio, pese a que los reyes no mostraran buena disposición a esa idea. Además, algunas fuentes apuntan a que su actitud no fue la más adecuada, generando fricciones con la familia.

Estas circunstancias, unidas a la mayor implicación de Elena en la agenda real, habrían dejado a Cristina fuera de cualquier acto institucional. Según se entiende, la infanta permanece totalmente “desconectada” de la Corona, más cerca de Ginebra y de sus propios asuntos que de los eventos oficiales en España.

Una herida que no acaba de cerrarse

Lo ocurrido en Sevilla ha dado la señal definitiva de que la relación entre Felipe VI y Cristina pende de un hilo. Mientras Elena sigue gozando de cierta visibilidad y apoyo de la Corona, Cristina continúa excluida, más si cabe al reabrirse tensiones por asuntos económicos y familiares que no se han resuelto.

El gesto de ignorarse en la salida de la iglesia parece un síntoma claro de que los recientes acercamientos no han solidificado la reconciliación. Más bien, todo apunta a un retroceso, con Felipe VI tomando distancias y cerrando aún más la puerta a una participación de Cristina en los actos.