Un hombre de cabello canoso y camisa azul claro está saliendo de un vehículo negro, mientras que en un recuadro circular en la esquina superior izquierda se muestra a una mujer rubia con una blusa colorida y pantalones blancos caminando por la calle.

El último lujo de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia

Su tren de vida está dando que hablar

Los rumores sobre la inestabilidad económica de Iñaki Urdangarin chocan una y otra vez con las imágenes de su día a día. Mientras él intenta mantener la apariencia de alguien con serios problemas de liquidez, la realidad muestra a un exduque de Palma que disfruta de placeres propios de un alto nivel adquisitivo. Y lo hace, además, en compañía de su pareja, Ainhoa Armentia.

En los últimos meses, la pareja ha sido vista en varios lugares emblemáticos del lujo español. Destaca el Xiringuito Sa Conca, un restaurante de alto copete en la Costa Brava, donde se les ha fotografiado degustando una opípara cena junto al abogado Mario Pascual Vives. La escena ha despertado críticas, especialmente entre quienes aún recuerdan el escándalo del Caso Nóos.

Iñaki Urdangarín y un fondo de billetes
Iñaki Urdangarin | Canva

Según fuentes cercanas, esta visita al Xiringuito no es un caso aislado. Urdangarin y Armentia han frecuentado hoteles de cinco estrellas y locales de gastronomía selecta, consolidando así su reputación de pareja con gustos exclusivos. Resulta llamativo el contraste entre este tren de vida y la imagen de un hombre en supuesta “bancarrota”.

Origen de los fondos con los que se pagarían los caprichos

Después de su separación de la infanta Cristina, circularon informaciones que apuntaban a que el exduque había solicitado una pensión de entre 25.000 y 50.000 euros al mes, así como un pago único de dos millones para guardar silencio sobre ciertos episodios que afectarían directamente a la Familia Real. Ni él ni la Casa Borbón han confirmado dichos rumores, pero lo cierto es que Urdangarin no parece escatimar en gastos.

También se ha cuestionado la fuente real de los fondos con los que cubre sus caprichos. Periodistas como Juan Luis Galiacho o Maica Vasco insisten en que lo que gasta en una sola salida podría equivaler a todo un mes de un subsidio de excarcelación, que apenas llega a los 436 euros. Según sus cálculos, tan solo una botella de champagne en estos enclaves de lujo puede alcanzar los 2.000 euros.

Mientras tanto, Ainhoa Armentia acompaña a Urdangarin en esta fase. Ella se ha convertido en su principal apoyo y, a juzgar por los destinos paradisíacos que recorren juntos, no hay indicios de contener gastos. El contraste con el relato de “hombre arruinado” que Urdangarin había tratado de mantener se hace, así, cada vez más evidente.

Dos personas, un hombre y una mujer, con un gráfico de apretón de manos entre ellos.
Iñaki Urdangarin e Infanta Cristina | Casa Real, XCatalunya

Críticas de la opinión pública

Muchos, incluso dentro del entorno del exduque, se preguntan si el dinero proviene de algún acuerdo tras el divorcio con la infanta Cristina o si él habría suscrito un contrato con la propia  Familia Real para mantener cierto silencio. Cualquiera que sea la respuesta, el episodio del “último lujo” en la Costa Brava sirve de ejemplo para ver cómo la supuesta precariedad de Urdangarin no impide que él y su pareja disfruten de lo mejor de la gastronomía y el ocio del país.