En el mundo real de la realeza, los silencios esconde por apariencia u obligados por el protocolo, mucho más de lo que se quisiera mencionar. Laura Parker Bowles, hija de la reina Camila, ha mantenido un perfil bajo y se ha mantenido al margen de las actividades de la realeza.
Sin embargo, a pesar de no haber buscado el protagonismo, Laura ahora, está dando titulares, por lo que se ha conocido recientemente. Su historia es un capítulo fundamental de la historia que vivió durante años el actual rey, con su madre, Camila Parker. Aunque muchos quisieran dejar atrás todo lo vivido, las huellas que dejó, parecen imborrables.

La tensión detrás de las paredes reales
Durante los años noventa, el escándalo de la relación extramarital de Camila Parker con el entonces príncipe de Gales llenó portadas. Y quienes tuvieron que vivir y soportar la peor parte fueron sus hijos.
Tom y Laura, son los hijos de Camila y no afrontaron la historia de la misma forma. Laura, la hija menor, vivió el escarnio con rabia y no se quedó callada. Katie Nichol relata en The New Royals que Laura culpaba a Carlos de todo.
“Laura estaba muy enojada con Carlos al principio y lo culpaba de todo”, escribió Nichol. Su enfado no era algo pasajero, era una emoción que la descontrolaba constantemente. Una llamada telefónica bastó para que estallara: “Fuck off”, gritó al futuro rey antes de colgarle y no fue un impulso adolescente, fue una declaración de guerra personal.

Laura Parker y sus duras palabras
Mientras Tom Parker Bowles, el hijo mayor de Camila, defendía a Carlos en entrevistas, Laura se aferraba a su resentimiento. Tom llegó a decir: “Me importa una mierda lo que diga la prensa”. Para él, Carlos era un buen hombre y un rey en potencia.
Laura nunca tuvo una relación fácil con Guillermo de Cambridge, ahora, el actual príncipe heredero. Cada encuentro entre los dos jóvenes era una chispa lista para encender una discusión. Laura llegó a gritarle con rabia: “Tu padre arruinó mi vida”.
Entre las burlas en la escuela y los paparazzi en su puerta, Laura vivía a la defensiva. Usaba prismáticos para vigilar el acoso desde casa. No confiaba en nadie fuera de su círculo más íntimo.

La discreción de Laura ha suavizado la relación
Con el paso de los años, las heridas se han suavizado, pero las cicatrices se mantienen. Laura Lopes vive tranquila, intentando estar lo más alejada del foco público, está casada con un exmodelo y dedicada al arte. Su relación con los Windsor es cordial pero distante.
Ha compartido algunas actividades con la familia real, aunque sin mayor exposición. Es la primera en salir de las fotos y la última en dar declaraciones. Laura Parker fue la voz del dolor que vivió una familia que era atacada por toda la opinión pública en su momento.