Una mujer con chaqueta roja y un hombre mayor con traje oscuro en un evento formal.

El movimiento de Letizia Ortiz contra Juan Carlos I

Es conocida la mala relación entre nuera y suegro

A medida que el rey emérito Juan Carlos I cumple años —87 en la actualidad—, se aviva la discusión sobre su futuro y, especialmente, sobre el destino de sus restos. Desde hace tiempo, el padre de Felipe VI ha expresado el deseo de ser enterrado en el Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial, reservado históricamente para los monarcas españoles.

Sin embargo, este anhelo no solo choca con problemas logísticos (el espacio estaría completo), sino que también topa con la posición firme, aunque discretamente manejada, de la reina Letizia para que no reciba los honores de un rey en funciones.

Una mujer con el rostro ligeramente sucio y expresión seria, rodeada de personas en un entorno urbano.
Letizia Ortiz | ACN

Debate familiar sobre la forma de entierro

La manera de despedir a Juan Carlos no deja de generar tensiones en el entorno real. Tanto las infantas Elena y Cristina como el propio emérito defienden que El Escorial es el lugar más adecuado para un monarca que, a pesar de haber abdicado en 2014, se siente con derecho a un funeral que refleje el rango que ostentó. Sin embargo, Letizia habría tomado la iniciativa de oponerse a esa visión, prefiriendo una fórmula más ajustada a su realidad actual como exmonarca y a los escándalos que marcaron su reinado.

En los últimos meses, este debate ha llegado a foros más amplios de la Casa Real y del Gobierno, sin que se vislumbre una solución inmediata. Como alternativas, se han barajado la posibilidad de inhumarlo en la Catedral de La Almudena o habilitar alguna zona del Palacio Real como lugar de reposo. Ninguna de ellas está exenta de controversia ni deja a la totalidad de la familia conforme.

Letizia quiere un funeral más sobrio

¿Por qué Letizia impulsa un funeral más sobrio para Juan Carlos? Según distintos observadores, su postura responde a varios factores:

Mujer con blusa roja hablando frente a un micrófono.
Letizia Ortiz | YouTube: LibertadDigital

En primer lugar, por una reflexión institucional. Conocedora del desprestigio que rodeó los últimos años de reinado del emérito, Letizia querría evitarle a la Corona un acto multitudinario que pudiera reabrir viejas polémicas o suscitar críticas en la calle.

En segundo lugar, por la situación política y social. La monarquía española atraviesa un momento delicado en lo que concierne al apoyo ciudadano. Un despliegue excesivo de ceremonias podría polarizar aún más el ambiente, algo que Letizia busca esquivar a toda costa.

En tercer lugar, por el legado empañado. Los escándalos fiscales, la pérdida de prestigio internacional y las relaciones personales controvertidas de Juan Carlos I han mermado la imagen de la institución. Según fuentes próximas a Zarzuela, la Reina consorte considera que homenajearlo como si continuara ostentando la jefatura del Estado puede reavivar resentimientos en lugar de apagarlos.

Un rey sin panteón propio

El Panteón de los Reyes permanece tradicionalmente ligado a los monarcas españoles, pero en estos momentos ya no quedaría espacio para que Juan Carlos reciba sepultura allí. Además, las posibilidades de ampliarlo se enfrentan a la negativa de estamentos gubernamentales y del propio Palacio, que no ven con buenos ojos una gran obra para acomodar lo que denominan un “capricho” del emérito. Tanto Elena como Cristina sugieren que se podrían llevar a cabo reformas, pero, de momento, la idea carece de apoyos suficientes.

Ante este panorama, Felipe VI  se mantiene en un segundo plano, tratando de no enturbiar sus relaciones con su padre ni tampoco perjudicar su propia imagen como monarca. El rey actual es consciente de que cualquier toma de postura podría reabrir las divisiones en el núcleo familiar y también en la esfera política. Hasta ahora, el soberano ha preferido delegar la gestión de esta “cuestión de Estado” en la discreción de la Casa Real y en la habilidad de Letizia para los equilibrios.