Las últimas semanas han devuelto a la Reina Sofía a la primera línea mediática, aunque no precisamente por motivos agradables. Si bien hace unos días se la veía sonriente en la celebración por el 150º aniversario de la Ópera de Garnier en París, fuentes de su entorno revelan que la madre de Felipe VI atraviesa un periodo de notable tristeza. Y no se trata solo de la compleja relación con su esposo, el rey emérito Juan Carlos I, sino de varios factores que la mantienen preocupada y, aparentemente, aislada.
El delicado estado de salud de la infanta Irene
Quizá el tema que más afecte a la Reina Sofía sea la salud de su hermana Irene de Grecia, quien siempre ha estado muy unida a la emérita. Irene vive con Doña Sofía en la Zarzuela desde hace años y solía acompañarla en la mayoría de sus viajes y compromisos.
Sin embargo, las últimas informaciones apuntan a un deterioro notable que impide a Irene desplazarse con la misma frecuencia de antes, algo que habría puesto a la Reina Sofía en una situación de inquietud constante. Para quien ha contado toda su vida con la presencia y el apoyo de su hermana, esta limitación supone un duro golpe anímico.
La ausencia en el cumpleaños de Juan Carlos
A este malestar se suma el hecho de que Sofía no viajara a Abu Dabi para el 87º aniversario de Juan Carlos I. Durante la celebración, se vio a varios miembros de la familia —entre ellos hijos y nietos del emérito—, pero no a la Reina Sofía, lo que muchos interpretaron como una renuncia deliberada tras las polémicas que rodean al exmonarca.
Sin embargo, medios como Fiesta afirman que la emérita no acudió, en parte, porque se encuentra “especialmente delicada” a raíz de lo que ocurre en su círculo más cercano, incluida la convalecencia de su hermana. Esta ausencia ha provocado que se hable de la creciente separación con el emérito: una brecha que, según algunas voces, ya nunca se cerrará.
Las filtraciones sobre Bárbara Rey
Otro asunto que habría afectado profundamente a la Reina Sofía es la reciente difusión de detalles sobre la supuesta relación de Juan Carlos I con la vedette Bárbara Rey, incluidas grabaciones y audios que mencionan a los hijos de la emérita y a ella misma. Aunque se da por sentado que la Reina sabía de esa relación desde hace tiempo, la publicación de mensajes explícitos y de comentarios que implican a su familia ha remarcado la herida.
Más que sentir sorpresa o rabia por la infidelidad, lo que realmente la habría sumido en la tristeza es ver cómo aspectos íntimos y familiares salen a la luz de forma morbosa, suponiendo un desgaste adicional para su imagen.
Una soledad creciente
Según la periodista Marisa Martín Blázquez, la Reina Sofía se siente “muy sola”. Tanto Leonor como la infanta Sofía pasan gran parte del tiempo fuera de Zarzuela debido a sus compromisos académicos. Tampoco se prodiga en contactos diarios con su hijo Felipe y su nuera, la Reina Letizia, lo que incrementa la sensación de aislamiento.
Además, las imágenes de sus nietos compartiendo celebraciones y momentos con Juan Carlos en el extranjero también han contribuido a esa impresión de quedar al margen. Es un escenario que contrasta notablemente con la etapa anterior, cuando Sofía era la gran “aglutinadora” de la familia.