Un hombre mayor en traje y corbata, con una bandera de España detrás, y un recuadro rojo con la imagen de otro hombre en uniforme militar.

Monumental enfado de Juan Carlos I con su hijo Felipe VI

Más problemas en la Familia Real española

La relación entre Juan Carlos I y Felipe VI atraviesa su momento más tenso desde la abdicación del emérito en 2014. Lo que comenzó como una estrategia institucional para proteger la Corona se ha transformado en un distanciamiento personal y emocional que parece irreparable.

El rey emérito, exiliado en Abu Dabi desde 2020, se siente marginado y traicionado por su propio hijo. Las recientes acciones legales emprendidas por Juan Carlos I y la inminente publicación de sus memorias han intensificado esta fractura familiar.

Los problemas con su hijo van a más

Desde su partida a Abu Dabi, Juan Carlos I ha experimentado un creciente aislamiento. Inicialmente, solicitaba permiso a Felipe VI para regresar a España, pero con el tiempo, ha optado por actuar de manera independiente, sin consultar a la Casa Real. Esta autonomía ha generado tensiones adicionales, especialmente cuando el emérito ha expresado su deseo de residir permanentemente en España, un anhelo que Felipe VI no comparte.

Un hombre en traje levanta la mano frente a un edificio mientras un emoji de enojo flota a su lado.
Montaje en el que se ve la Zarzuela, el Rey Juan Carlos y una cara de enfado | Casa Real, XCatalunya

La situación se agravó con la demanda presentada por Juan Carlos I contra Miguel Ángel Revilla, ex presidente de Cantabria. El emérito acusa a Revilla de realizar declaraciones calumniosas que lesionan su derecho al honor, exigiendo una indemnización de 50.000 euros, que ha prometido donar a Cáritas España. Esta acción legal, emprendida sin el conocimiento ni el respaldo de la Casa Real, ha sido interpretada como un acto de desafío hacia Felipe VI y la institución monárquica.

Además, Juan Carlos I ha anunciado la publicación de sus memorias, previstas para antes de las Navidades de 2025. El libro, que contará con la colaboración de la historiadora Laurence Debray, abordará aspectos íntimos y controvertidos de su vida, incluyendo su papel en la transición española y su relación con la familia real. La decisión de publicar estas memorias sin consultar a Felipe VI ha sido vista como una afrenta directa  al actual monarca.  Felipe VI está claramente enfadado con su padre.

Silencio de la Casa Real

La Casa Real ha mantenido un silencio prudente respecto a las acciones de Juan Carlos I, subrayando que se trata de iniciativas personales del emérito. Sin embargo, fuentes cercanas a Zarzuela han expresado su preocupación por el impacto que estas decisiones puedan tener en la imagen de la monarquía y en la estabilidad institucional.

Un hombre mayor con traje y corbata habla frente a una cámara, con una bandera azul con estrellas amarillas a su lado.
Juan Carlos I en un discurso navideño cuando todavía era Rey de España | YouTube: RTVE Noticias

En el ámbito político y mediático, las reacciones han sido diversas. Mientras algunos defienden el derecho de Juan Carlos I a proteger su honor y contar su versión de los hechos, otros critican su falta de sensibilidad hacia la institución que una vez representó. El periodista Martín Bianchi ironizó sobre la coincidencia entre la fecha del acto de conciliación con Revilla y una regata en la que participará el emérito, sugiriendo que Juan Carlos I evita enfrentar las consecuencias de sus acciones.

Por su parte, el actor Joaquín Kremel expresó en redes sociales su escepticismo sobre la demanda del emérito, insinuando que podría ser una estrategia para desviar la atención de otros asuntos más relevantes. Estas opiniones reflejan la división de la opinión pública respecto a las recientes decisiones de Juan Carlos I.