Lo que debía ser una celebración alegre se ha visto empañada por uno de los episodios más oscuros en la historia de la monarquía noruega. La princesa Mette-Marit cumplió años este martes pasado en medio de una tormenta mediática y judicial.
Horas después de que el fiscal revelara los 32 delitos que pesan sobre su hijo Marius Borg, la Casa Real publicó un mensaje de felicitación lleno de cariño hacia la princesa. Un gesto que, dadas las circunstancias, muchos han considerado inoportuno.
Mette-Marit y Haakon de Noruega reciben un mensaje demoledor
La monarquía noruega atraviesa, sin duda, uno de los momentos más delicados de su historia. Así lo afirma Carolina Vagle, una de las voces más autorizadas del país en asuntos de realeza: "Es el día más oscuro de la historia de la Casa Real", sentenció.
Su análisis es claro: el escándalo de Marius Borg no solo afecta a la familia de Mette-Marit, sino que repercute directamente en la imagen pública de la corona. "No hay duda de que este caso es muy difícil para la familia, pero también afectará a la monarquía como institución".
La gravedad de la situación es evidente. Marius Borg, hijo mayor de la princesa y ajeno formalmente a las obligaciones oficiales de la realeza, está acusado de haber cometido más de una treintena de delitos.
"Este es un caso muy grave", expresó el fiscal. "La violación y la violencia en las relaciones cercanas son actos muy graves que pueden dejar cicatrices duraderas y destruir vidas", añadió durante su comparecencia.

La Casa Real Noruega corre peligro
El impacto público ha sido inmediato. Según Vagle, la popularidad de la familia real ha caído en las encuestas desde que se conocieron las primeras acusaciones. A esto se suma la reciente aparición pública del príncipe heredero Haakon acompañado por Marius.
Un movimiento que ha generado aún más críticas sobre la gestión de la crisis desde dentro de la institución. El abogado de Marius Borg aseguró que su cliente colaborará con la justicia: "Es una decisión de acusación muy grave. Él mismo lo cree".

"Ahora, como antes, cooperará prestando su declaración para esclarecer el caso lo mejor posible", señaló tras conocerse la imputación. Por su parte, la Casa Real se mantiene firme en su postura de no interferir:
"Corresponde a los tribunales tratar este asunto y llegar a una decisión. No tenemos nada más que añadir al respecto", se limitaron a comunicar tras la rueda de prensa. Cabe recordar que Marius Borg no pertenece formalmente a la institución, aunque el daño reputacional ya está hecho.
En pleno aniversario de Mette-Marit, el silencio y las graves acusaciones contra su hijo mayor han empañado lo que debía ser un día de celebración. Mientras tanto, la justicia avanza. Y la monarquía noruega enfrenta uno de sus mayores desafíos de credibilidad en años.