Dos semanas después de que ocurriera uno de los peores desastres ecológicos de la historia del País Valencià y del Estado español, siguen aumentando las preguntas en torno a la gestión anterior y posterior a la catástrofe. Los supervivientes, familiares y de fallecidos y todo el pueblo se preguntan qué ha fallado y qué medidas se hubieran podido tomar para evitar que la cifra de muertos fuera tan elevada.
Lógicamente no se puede luchar contra la fuerza de la naturaleza y algunas consecuencias eran inevitables, pero también es cierto que, según la información que tenemos, el Govern del País Valencià habría cometido varias negligencias. Para empezar, el presidente Carlos Mazón estuvo comiendo con la periodista Maribel Vilaplana hasta las seis de la tarde. En segundo lugar, las alarmas de Protección Civil sonaron tarde, cuando muchos de los afectados ya estaban atrapados. Y, en tercer lugar, la consejera de Interior, Salomé Pradas, reconoció que no tenía ni idea de esto de las alarmas.
Ante tanto caos, diferentes comunicadores han analizado la situación y han puesto sobre la mesa los principales problemas. El economista Marc Vidal ha publicado un tweet que se ha hecho viral en redes sociales en el que hace el diagnóstico de lo ocurrido. Según Vidal, ha habido 4 problemas insalvables que han provocado el desastre.
Mal funcionamiento del estado de las autonomías
Vidal considera que este sistema ha colapsado y sugiere que no ha sido efectivo en este contexto. Han habido deficiencias a la hora de coordinar recursos y tomar decisiones en situaciones de emergencia. La duplicidad de recursos y el hecho de existir dos administradores con diferente color político ha complicado la situación.
Falta de liderazgo de los administradores
Aquí se refiere a la ausencia de una dirección clara y decisiva por parte de los responsables políticos. Según Vidal, el liderazgo en momentos críticos como este es esencial para guiar la respuesta y apoyar a los ciudadanos afectados.
Desconexión entre políticos y la realidad
Vidal apunta que los líderes y administradores parecen estar alejados de las verdaderas necesidades y circunstancias de la población afectada, actuando con lentitud o sin entender la magnitud del problema. Ellos están cómodos en sus despachos y desconocen la realidad económica y social del pueblo. En este sentido, muchos de los afectados eran trabajadores que volvían de zonas industriales.
Falta de experiencia en la materia
Finalmente, Vidal considera que los encargados de manejar esta crisis no tienen la preparación ni el conocimiento necesario para afrontar este tipo de situaciones de emergencia con eficacia. Lo demuestran las declaraciones de la consejera Salomé Prada, que reconoció no conocer el sistema de alarmas. También la petición inicial de Carlos Mazón, de solo pedir 5000 efectivos del Ejército. Y estos son solo dos ejemplos muy concretos. Hay más.