Rafa Nadal es mucho más que una leyenda del tenis. Su compromiso con el deporte, la educación y su tierra natal lo llevaron a fundar en 2016 la Rafa Nadal Academy en Manacor. Se trata de un centro de alto rendimiento que también ofrece servicios al público general.
Desde clases de gimnasio hasta piscina cubierta, su academia es un referente internacional. Sin embargo, el crecimiento del complejo ha provocado un serio problema de tráfico en la zona, al que las administraciones no están encontrando solución.

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El conflicto se centra en la carretera Ma-4015, donde coinciden la academia, el polideportivo y el museo. El aparcamiento público, previsto para el campo de fútbol, también lo usan los usuarios de la academia.
Esta saturación ha hecho saltar las alarmas del alcalde, Miquel Oliver. De hecho, no oculta su frustración: "Qué pasaría si instaláramos una barrera para permitir solamente el paso de los usuarios acreditados para nuestras instalaciones", plantea.
Y añade: "No entendemos por qué el Consell sigue priorizando otros intereses, y se empeña en construir una rotonda frente a una academia privada". El alcalde defiende que la salida más segura hacia la carretera comarcal estaría en el cruce del museo, una zona ya muy transitada.

Sin embargo, el Consell plantea la construcción de dos rotondas en un tramo de apenas 100 metros. La idea no convence al Ayuntamiento, sobre todo porque la rotonda de la academia tendría acceso directo al aparcamiento público.
"La salida, en todo caso, debería dar al camino que lleva al futuro aparcamiento que la academia debe construir", insiste. Además del conflicto urbanístico, el problema económico tampoco es menor. Y es que las partes no se ponen de acuerdo sobre quién debe asumir los costes.
Hasta el momento no se han puesto de acuerdo
Según un acuerdo anterior, la academia debía costear la mitad de una rotonda. No obstante, los precios han subido y ya se habla de un millón de euros. Y si nadie asume la segunda rotonda, el Ayuntamiento teme que el Consell acabe pagando también la parte privada.
Mientras el conflicto sigue estancado, el tráfico en la zona continúa generando molestias a vecinos y usuarios. La falta de consenso entre administraciones y el desacuerdo sobre el reparto de costes mantienen en pausa unas soluciones que, para muchos, ya llegan tarde.
Si no se actúa pronto, el problema podría agravarse aún más en una de las zonas con mayor actividad de Manacor. La falta de soluciones efectivas no solo afecta al tráfico, sino también a la convivencia entre servicios públicos y privados.