El affaire de Iñaki Urdangarín y Ainhoa Armentia ha servido a la Casa Real para desviar la atención. La prensa española y españolista habla de la nueva pareja del Duque de Palma y de los cuernos que lleva la Infanta Cristina y no comenta los trapos sucios en torno al rey emérito. Todo apunta a que el Campechano se habría enriquecido gracias a varias donaciones generosas, pero el escándalo no finaliza aquí. El Rey Felipe VI habría concedido a su padre el privilegio de tener a su disposición un vehículo de lujo.
Un coche que utilizaba para ir a cazar hasta junio de 2020. Según publicó El Confidencial, el actual monarca canceló un contrato de renting de la Zarzuela con el Grupo Wolskwagen-Audi. El coche era un Bentley Bentayga, valorado en 250.000 euros. La cuota del préstamo se pagaba con los presupuestos generales del Estado, por lo que lo pagaba el contribuyente. La noticia se ha hecho viral y ha sido comentada durante el día de hoy.
Cada vez son más los ciudadanos del estado español que comienzan a abrir los ojos ya ver de qué pie calza el rey que durante tantos años han admirado. Con este coche, Juan Carlos ha ido a cazar más de una vez y el citado medio también apunta a que no se hizo ningún concurso y que se hizo esta puja a dedo. Tenía un importe de 28.556 euros y una duración de un año, que fue prorrogada en los siguientes años.
El diario digital explica que el Rey se habría paseado por la conocida finca de La Flamenca, una finca espectacular situada en el sur de Madrid, cerca de Aranjuez. Con sólo 45 minutos de coche si llega y tiene 4000 hectáreas. Hay 60 puntos desde donde cazar perdices. Todo ello con mucha discreción.
El emérito vive actualmente en Abu Dabi
El Rey Juan Carlos se encuentra actualmente residiendo en Abu Dabi, donde ha decidido trasladar su residencia fiscal. Esta decisión ha generado cierta consternación en círculos sociales y políticos en España, ya que significa que no tiene intención de volver a residir en el país. A pesar de que esta decisión es completamente legal, plantea interrogantes en cuanto a su legado histórico y su herencia futura, dado que las leyes de Emiratos Árabes Unidos, donde no se le considera paraíso fiscal, son opacas en estos temas.
La historiadora Laurence Debray, en su libro "Mi rey caído", comenta que la decisión de Juan Carlos de residir permanentemente en Abu Dabi es un acto generoso hacia la Corona, permitiendo que su hijo pueda reinar sin distracciones o controversias relacionadas con su presencia. Señala también que el Rey Juan Carlos lleva una vida activa y sana en Abu Dabi, disfrutando de una privacidad que no tenía en España.