Leonor de Borbón ha cumplido 18 años y si le pasara algo a Felipe VI heredaría la corona española sin necesidad de que Letizia Ortiz actuara como regente. Sin embargo nadie duda de que la actual reina española seguiría mandando en la sombra. Sea como fuere ésta es una posibilidad muy remota y la actual Princesa de Asturias tendrá que esperar muchos años para ser reina… sí es que lo llega a ser. Quién sabe si llegará la tercera República española, una posibilidad que haría las delicias de Joan Tardà, Gabriel Rufián y otros similares y que podría ser la enésima excusa procesista para no proclamar a la República Catalana que está “suspendida” desde octubre de 2017.
Es una posibilidad que preocupa mucho a los monárquicos de toda la vida, especialmente a los nobles de, como dicen ellos mismos, rancio abolengo. Uno de estos personajes es Francisco de Borbón y Escasany, Duque de Sevilla y descendiente directo de Carlos IV de España. Es, por tanto, pariente del actual rey español. En una entrevista en Vanitatis ha asegurado que para poder conservar la monarquía es necesario "casar bien en Leonor". Considera que lo más importante es dignificar el apellido Borbón y que de esta forma Leonor de Borbón sea reina con el nombre de Leonor I de España.
Unas peticiones de otra época
“Significa muchos años de historia. Hay que tener en cuenta que es el cogido real más antiguo de Europa. Llamarse Borbón es una tradición básicamente familiar a la que tengo mucho respeto y siempre voy a defender”, ha asegurado Francisco de Borbón. El pariente borbónico cree que el apellido Borbón está bien limpio actualmente: “Soy muy consciente de que todos los que le quitamos tenemos la obligación de mantenerlo limpio, ya que es un patrimonio de la familia y al quitarlo durante una vida, cuando pase al siguiente , debe estar tan limpio como cuando nos lo entregaron”.
Finalmente ha defendido el trabajo de su pariente Juan Carlos de Borbón pero olvida que precisamente no ha dignificado demasiado el apellido: “Juan Carlos de Borbón asustó a España lo que casi nadie ha hecho. Sería un gran error histórico que solo se le recordara por los últimos acontecimientos cuando tanto contribuyó a que España se convirtiera en una democracia. No se puede juzgar al rey por los romances ahora. Hay que valorarlo por el gran papel que desempeñó en la Transición”.