En plena cuenta atrás para la última jornada de LaLiga, con el RCD Espanyol jugándose la permanencia, una polémica incendiaria ha sacudido las redes y ha encendido los ánimos de la afición blanquiazul. El humorista y presentador de TV3, Jair Domínguez, conocido por su estilo provocador, ha desatado una tormenta al calificar el nombre del club como "una mierda" y sugerir que debería cambiarse para dejar de ser menospreciado.
Sus palabras, como era esperable, han provocado una oleada de indignación entre los seguidores pericos y han generado tensiones incluso dentro de la propia cadena pública catalana.
¿Qué ha pasado?
El pasado lunes, Jair Domínguez, copresentador del programa 'Està passant' de TV3 y del espacio radiofónico 'El búnquer' en Catalunya Ràdio, publicó un mensaje en su cuenta de X (anteriormente Twitter) que no dejó indiferente a nadie. "El primer que hauria de fer l'Espanyol per deixar de ser menystingut és canviar-se el nom de merda que té".
La declaración, realizada en catalán, sugiere que el club debería cambiar su nombre para dejar de ser despreciado. Domínguez argumenta que la denominación "Espanyol", a pesar de escribirse con "ny" y no con "ñ", sigue evocando una identidad española que, según él, genera rechazo en buena parte de Catalunya. Además, cuestiona el uso del título "Real", otorgado por la Corona, como otro elemento que contribuye a la percepción negativa del club.
Estas declaraciones llegan en un momento especialmente delicado para el Espanyol, que se encuentra en una posición crítica en la tabla y necesita una victoria en la última jornada para evitar el descenso a Segunda División. La afición, ya tensionada por la situación deportiva, ha reaccionado con furia ante lo que consideran un ataque gratuito y despectivo hacia su club.
Reacciones de compañeros pericos de TV3
La respuesta no se hizo esperar. Joan Ramon Vallvé, presentador de deportes en TV3 y reconocido seguidor del Espanyol, replicó a Domínguez en la misma red social con un tono irónico: "Y tú cambiarte tu nombre portugués (de origen griego) y ponerte a Jordi. Jairo significa 'soberbio'. Ya has aprendido alguna cosa hoy".
Este enfrentamiento público entre dos figuras de la misma cadena evidencia las tensiones internas que ha generado la polémica. No es habitual que presentadores de TV3 se enfrenten de manera tan directa en redes sociales, lo que subraya la gravedad del asunto.
En las redes sociales, la comunidad perica ha expresado su indignación con mensajes que van desde la crítica al tono de Domínguez hasta la defensa del nombre y la historia del club. Algunos usuarios han recordado que el Espanyol es una entidad centenaria con una identidad propia que merece respeto, independientemente de las filias o fobias políticas.
Por su parte, Jair Domínguez no ha emitido ninguna disculpa ni ha retirado sus comentarios. Conocido por su estilo provocador y su activismo independentista, no es la primera vez que sus declaraciones generan controversia.
No es la primera vez
La relación entre Jair Domínguez y el RCD Espanyol ha sido tensa en otras ocasiones. El humorista ha expresado en diversas ocasiones su desdén hacia el club, al que asocia con valores que rechaza. Sin embargo, sus últimas declaraciones han cruzado una línea que ha movilizado no solo a la afición perica, sino también a compañeros de profesión y a la opinión pública en general.
Este incidente se suma a una serie de polémicas recientes que han puesto en entredicho la neutralidad de TV3 en asuntos deportivos y políticos. La cadena ha sido acusada en varias ocasiones de parcialidad y de permitir que sus colaboradores expresen opiniones que algunos consideran ofensivas o inapropiadas para un medio público.
La controversia generada por las declaraciones de Jair Domínguez ha reavivado el debate sobre los límites de la libertad de expresión, especialmente cuando se trata de figuras públicas que trabajan en medios financiados con fondos públicos. Mientras el RCD Espanyol se juega su permanencia en la máxima categoría del fútbol español, su afición se enfrenta a un nuevo desafío: defender la dignidad y el respeto hacia su club en un entorno mediático cada vez más polarizado.