La travesía de la princesa Leonor a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano ha alcanzado su punto más crítico. A medida que el velero se aproxima a las costas peruanas, la heredera al trono español enfrenta no solo los desafíos físicos de la navegación, sino también una creciente presión emocional que la ha llevado a solicitar su regreso anticipado a España.
Un nuevo problema
Desde su embarque el 11 de enero en Cádiz, Leonor ha recorrido más de 10.000 millas náuticas, visitando países como Brasil, Uruguay y Chile. Sin embargo, la travesía ha estado marcada por episodios de cinetosis severa, con mareos y vómitos que la obligaron a permanecer confinada en su camarote durante días.
El equipo médico a bordo tuvo que intervenir administrándole suero intravenoso y biodramina cada ocho horas para combatir la deshidratación y las náuseas persistente.

Uno de los momentos más críticos se vivió durante una guardia nocturna en alta mar, cuando una ola de cinco metros golpeó el barco, provocando que Leonor perdiera el equilibrio y sufriera un fuerte golpe en la cabeza y la muñeca. Este incidente llevó al comandante del Elcano a confinarla nuevamente en su camarote por precaución.
La Casa Real controla la información: Letizia Ortiz al mando
La Casa Real ha mantenido una postura de discreción respecto a los problemas de salud de la princesa, limitándose a compartir imágenes de su participación en las actividades del buque. Sin embargo, fuentes cercanas a la institución han reconocido que Leonor ha enfrentado dificultades de adaptación al entorno marítimo, lo que ha generado preocupación sobre su bienestar y su capacidad para completar la travesía.
En una conversación telefónica con sus padres, la princesa expresó su deseo de regresar a España, manifestando sentirse abrumada por la intensidad de la formación y las condiciones a bordo. El rey Felipe VI, quien también realizó esta travesía en su juventud, la animó a perseverar, recordándole que la mar es un desafío constante que forja el carácter de los futuros líderes.

Mientras tanto, la opinión pública se ha dividido. Algunos sectores critican la exposición de la princesa a condiciones tan extremas, cuestionando si es necesario que la heredera al trono enfrente tales desafíos físicos y emocionales. Otros, en cambio, valoran su esfuerzo y consideran que estas experiencias son fundamentales para su formación como futura jefa de Estado.
La llegada del Elcano al puerto de El Callao, en Perú, está prevista entre el 18 y el 22 de abril. Será entonces cuando se determine si Leonor continuará la travesía hasta su conclusión en julio o si, atendiendo a su solicitud y estado de salud, regresará anticipadamente a España.