La jugadora del Barça Aitana Bonmatí necesitaba aire tras un mes intenso. Eligió desconectar sin ruido, cerca de casa y sin itinerarios grandilocuentes. Dos paradas muy distintas, un mismo propósito de bajar pulsaciones y volver a empezar.
Del silencio de Sorpe a los baños en la Bonaigua
La primera escala fue de montaña. Aitana se refugió en Sorpe, en pleno Alt Àneu, donde se alojó en el Hotel Els Avets, un establecimiento pequeño y tranquilo de 22 habitaciones. Compartió caminatas, baño en el río de la Bonaigua y esa frase que define el plan: “La calma de los Pirineos”. Todo quedó sugerido en sus redes y recogido por medios como ¡Hola!, que identificaron el lugar.
La elección no es casual. Tras la Eurocopa, la jugadora buscó naturaleza y rutina sencilla. Mundo Deportivo destacó las excursiones y la estampa de Aitana turisteando por el pueblo, sin posados artificiosos ni séquito. Un descanso a la medida de quien prefiere el verde al plató.

Atardeceres en Cadaqués y el “Costa Brava Social Club”
Después de la montaña, mar Mediterráneo. La segunda parada fue Cadaqués, donde la internacional paseó por el puerto al atardecer y fotografió gaviotas mientras estiraba los últimos días de vacaciones. En Blau detalló esa escapada y añadió una pista estética. Ella y una amiga lucieron las camisetas de la marca local I Love Costa Brava en stories.
El modelo de “Costa Brava Social Club”era de 33 euros y fue un guiño al territorio que se ha vuelto tendencia entre jóvenes y creadores. El precio y el diseño confirman el flechazo por el souvenir con identidad. La futbolista, que rara vez se rinde a la ostentación, opta por símbolos cercanos, cotidianos y reconocibles. Un mensaje que habla de pertenencia.
Sus acompañantes
Las vacaciones de Aitana no han sido una “escapada romántica” ni tampoco han estado llenos de posados impostados. Aitana viajó con su grupo de amigos de confianza, entre ellos su íntima María Rodríguez, como apuntó la crónica de ¡Hola!. En Cadaqués, En Blau observó una casa con piscina, esterilla de yoga en el suelo y vida tranquila.

La jugadora ha preservado su intimidad incluso en el pico de fama. No hay fotos de pareja ni guiños calculados. Sí hay una secuencia de momentos normales que, paradójicamente, generan más interés que cualquier exclusiva. Un modo de estar que refuerza su relato de autenticidad.
Contexto tras la Eurocopa
Estas vacaciones llegan tras un verano emocionalmente denso. Aitana superó una meningitis vírica a las puertas del torneo y recibió el alta antes de incorporarse con España, según comunicó la RFEF. Luego compitió hasta el último día. La final ante Inglaterra se decidió en los penaltis y dejó cicatriz deportiva.
Incluso con presencia institucional en la grada, las verdaderas protagonistas fueron las jugadoras, el resto solo fue protocolo y foto. Aitana pidió perdón por la derrota y eligió callar después. Montaña y mar hicieron el resto. Sorpe para escuchar el río, Cadaqués para mirar el horizonte.