La historia de Kiko Rivera e Irene Rosales ha llegado a su fin, ya no hay dudas y tampoco esperanzas de reconciliación. Aunque el anuncio oficial se ha producido hace apenas cinco días, hoy la separación se ha hecho definitiva. Kiko ha abandonado el hogar familiar y ha comenzado una nueva etapa, algo que ha dejado a Irene Rosales sola en casa con sus hijas.
El hijo de Isabel Pantoja ha iniciado la mudanza, ha salido de la casa en la que ha vivido los últimos once años. Allí ha criado a sus dos hijas, Ana y Carlota. El cambio no ha sido solo emocional, también físico y las imágenes emitidas en el programa TardeAR lo han dejado claro.

Kiko Rivera ha aparecido más delgado, con gorra negra, ropa informal y gesto apagado. Ha cargado cajas, ha movido muebles y ha contratado una furgoneta de mudanzas.
Kiko Rivera abandona el hogar que comparte con Irene Rosales
Aunque ha contado con ayuda, ha participado activamente. Ha estado presente en todo momento, su cara ha mostrado incomodidad y tristeza.
Testigos presenciales han hablado: “Ha estado nervioso y decaído”, han asegurado. El DJ ha elegido el fin de semana para el traslado, ha querido hacerlo rápido, sin demasiada atención pero no ha pasado desapercibido.

El domingo por la tarde volvió a Castilleja de la Cuesta. Allí siguen viviendo Irene y las niñas, entró directamente por el garaje, ha permanecido poco más de una hora y después, ha salido en moto. Ha dejado el coche en la casa, un gesto que ha sorprendido.
El cambio físico ha sido evidente, ha perdido peso en poco tiempo. Su rostro ha mostrado cansancio, su actitud ha reflejado abatimiento. Ha sido un adiós definitivo y el cierre de una etapa muy significativa en su vida.
Un vecino de Irene Rosales y Kiko Rivera habla sobre la mudanza
Un vecino lo ha contado: “Llegó solo, contrató varias furgonetas de alquiler y, aunque contaba con ayuda, al final se marchó en su propio coche”. Una escena que ha resumido perfectamente el momento que está viviendo.

Por ahora, se desconoce su nuevo paradero, se ha especulado que podría estar alojado en casa de un amigo. No se ha confirmado. Kiko Rivera ha optado por el silencio y ha evitado hacer declaraciones.
Lo cierto es que ha comenzado de cero, ha dejado atrás una vida, una relación y una casa llena de recuerdos. Su aspecto ha sido prueba de ello y también su mirada. Ha sido el principio de una nueva etapa, difícil pero inevitable.