Dos hombres conversando con un fondo amarillo.

Josep Maria Mainat se confiesa ante Roger Escapa: 'No se puede perdonar'

El productor musical habla del intento de asesinato que sufrió a manos de su exmujer

Josep Maria Mainat siempre ha sido un personaje fascinante para el gran público. Productor, presentador y miembro de la mítica formación La Trinca, Mainat ha estado acostumbrado a acaparar titulares por su talento, sentido del humor y también por una vida privada que, en los últimos años, ha tomado tintes dramáticos. Su entrevista reciente con Roger Escapa en Catalunya Ràdio vuelve a colocarle bajo los focos, revelando detalles inéditos sobre una etapa especialmente oscura de su vida.

Un golpe difícil de olvidar

Durante su conversación con  Roger Escapa, Mainat no dudó en abordar con claridad uno de los capítulos más difíciles de su vida reciente. El productor confesó que, a pesar de haber afirmado en numerosas ocasiones su deseo de vivir hasta los 120 años en perfecto estado de salud, las circunstancias personales y familiares vividas últimamente lo han alejado mucho de esa aspiración idealista.

Un hombre con chaqueta azul frente a una bandera de España ondeando.
Montaje en el que aparece la bandera de España y Josep Maria Mainat | TV3, XCatalunya

Con una sinceridad que caracteriza su estilo directo, Mainat reconoció haber vivido una situación límite: intentos de asesinato, juicios y conflictos que él mismo definió como una etapa de “estrés brutal”. Al preguntarle sobre cómo encajó que alguien tan cercano intentara acabar con su vida, Mainat no titubeó: “Perdonarlo no, no se puede perdonar. Cuando alguien intenta robarte la vida, que es lo único verdaderamente importante que tenemos, es imposible perdonarlo”.

Esta declaración cobra especial relevancia dado que Mainat siempre ha proyectado una imagen vitalista y optimista, convirtiendo sus palabras en un reflejo honesto de lo difícil que es superar emocionalmente hechos tan traumáticos.

Mainat recibió apoyo de los más cercanos

Tras su impactante confesión, Mainat reveló cómo había conseguido sobreponerse y seguir adelante. “Ahora ella está en la cárcel, y estoy más tranquilo”, admitió con calma, aunque también dejó claro que no sentía ninguna satisfacción personal por esta situación, sino más bien alivio por la seguridad que ello implicaba para él y sus hijos.

Precisamente sus hijos han sido un elemento fundamental para que Mainat sacara fuerzas en los momentos más complicados. "Veo que esos niños no pueden quedarse sin su madre ni sin su padre", explicó con emoción en la voz, dejando entrever su capacidad de resiliencia emocional y humana.

Además, el productor catalán reconoció abiertamente haber contado con ayuda médica para afrontar la situación, señalando con franqueza que recurrió a antidepresivos y a terapia. Su transparencia ayuda a romper tabúes sobre la salud mental, mostrando una faceta vulnerable poco habitual en figuras públicas con su trayectoria profesional.

En redes sociales, la reacción ante estas declaraciones no se ha hecho esperar. Muchos seguidores han mostrado empatía hacia Mainat, reconociendo su valentía al hablar públicamente sobre un tema tan doloroso. Otros usuarios han aprovechado para destacar la importancia de abordar los problemas personales sin vergüenza ni miedo al qué dirán.

Una mujer con cabello rosado está sentada en una sala de audiencias, mientras que en un recuadro se muestra a un hombre mayor con gafas hablando en un programa de televisión.
Angela Dobrowolski | ACN, XCatalunya

Un futuro más tranquilo, pero con cicatrices

Hoy, Josep Maria Mainat asegura sentirse más tranquilo, aunque reconoce que las cicatrices emocionales permanecen. "Cuando llegas a cierta edad, cualquier golpe te afecta mucho más", afirmó con una mezcla de humor y realismo.

A pesar de todo, su carácter optimista sigue intacto. Mainat quiere mirar hacia adelante, consciente de que ha sobrevivido a una etapa difícil gracias a una fortaleza interna que desconocía poseer. Sin embargo, sus palabras también invitan a la reflexión: ¿hasta qué punto es posible rehacerse tras una situación así? ¿Es realmente posible olvidar o perdonar algo tan extremo?

De momento, Josep Maria Mainat prefiere centrarse en su recuperación personal y en sus hijos, los verdaderos motores de su vida. Su confesión pública no solo es un acto de valentía, sino una puerta abierta para seguir conociendo cómo afrontará el futuro tras estos difíciles capítulos. Sin duda, la historia continuará generando interés y debate en los próximos meses.