El regreso de María Patiño a la televisión ha sorprendido a muchos, ya que lo hará en un formato completamente renovado y con grandes apoyos a su lado. La periodista recupera su papel de presentadora en directo, esta vez en el canal Ten, tras el fallido intento de La Familia de la Tele. Lo hará rodeada de dos colaboradores de peso: Belén Esteban y Kiko Matamoros.
El nuevo programa llevará por título No Somos Nadie y nace de la mano de La Osa Producciones, que ha decidido apostar por rostros que siempre generan interés. La productora busca repetir la fórmula de cercanía, polémica y entretenimiento que convirtió a este trío en imprescindibles de la televisión en su etapa pasada. La elección no es casual, ya que tanto Patiño como Esteban y Matamoros mantienen un fuerte vínculo con la audiencia.

El movimiento ha supuesto también un cambio importante en la parrilla de Ten, ya que Carlota Corredera ha sido relegada a los viernes. La presentadora llevaba meses al frente del espacio, intentando consolidarlo tras la caída de audiencias, pero la cadena ha preferido apostar por rostros más reconocidos. Su papel será ahora secundario y limitado a una sola emisión semanal.
Para María Patiño supone una nueva oportunidad de demostrar que su capacidad para mantener la tensión del directo sigue intacta. Su experiencia en programas como Socialité o Sálvame la convierten en una figura versátil y preparada para sostener un formato que promete ser intenso. La periodista se ha mostrado ilusionada en sus primeras declaraciones, aunque también consciente de la responsabilidad que implica liderar este nuevo reto.
Belén Esteban y María Patiño vuelven con fuerza
Belén Esteban, por su parte, afronta este proyecto con una mezcla de ilusión y naturalidad, pues regresa al terreno en el que siempre se ha sentido cómoda: la tertulia televisiva. La colaboradora se ha ganado un lugar en la cultura popular española gracias a su estilo espontáneo y a su conexión directa con el público. Su presencia será fundamental para dar frescura y cercanía a las distintas secciones del programa.
Kiko Matamoros completa el tridente y lo hace con la seguridad de que su perfil crítico y polémico sigue despertando interés. El colaborador ha sido siempre un contrapunto perfecto para los discursos de sus compañeros, generando debates intensos que la audiencia aprecia. Su incorporación refuerza la apuesta de Ten por un espacio en el que el enfrentamiento de ideas será constante.

La Osa Producciones confía plenamente en este formato para lograr captar un público que se ha dispersado tras la desaparición de otros programas de corazón en televisión generalista. No Somos Nadie se presenta como un espacio que no renuncia al espectáculo ni a las emociones fuertes, pero con un estilo adaptado a la nueva realidad audiovisual. La intención es atraer tanto al espectador fiel como a nuevas generaciones que consumen televisión de otra manera.
Uno de los grandes atractivos será la dinámica en riguroso directo, una fórmula que garantiza frescura y evita la rigidez de los espacios grabados. Para Patiño, este elemento es clave, ya que permite una conexión más inmediata con el espectador y da pie a reacciones inesperadas de los colaboradores. La cadena confía en que esta cercanía sea determinante para mejorar las cifras de audiencia.

La noticia del desplazamiento de Carlota Corredera a los viernes no ha pasado desapercibida y ha generado todo tipo de comentarios en el entorno televisivo. La presentadora había defendido el programa con esfuerzo, pero el tirón mediático de Patiño y Esteban ha terminado imponiéndose. Aunque su papel se verá reducido, seguirá vinculada al canal con nuevos proyectos en estudio.
El estreno de No Somos Nadie representa un intento claro de Ten por ocupar el hueco que dejó Telecinco tras el final de Sálvame. El canal busca consolidarse como un espacio en el que los realities y los debates de corazón tengan cabida, sin perder el tono cercano que caracteriza a este tipo de formatos. El reto será mantener el interés semana tras semana en un panorama mediático tan competitivo.