La familia Borbón es muy diversa. Juan Carlos I de España tuvo, al menos, tres hijos: Elena, Cristina y Felipe. Junto a Sofía de Grecia, les han educado de forma muy distinta, consciente de que el futuro de cada uno no tenía nada que ver. El Preparao, pese a ser el pequeño de la familia, sabía desde pequeño que iba a ser el próximo jefe de estado gracias a una Constitución machista que ha impedido que Elena Borbón y Jaime Marichalar sean los reyes de España y Froilán y Mar Torres (o quien sea) los sucesores.
Froilán y su hermana Victoria Federica tienen una vida muy distinta que sus primas Leonor y Sofía. También tienen sangre azul y cartera llena, pero no esconden que son unos amantes de la noche, de la fiesta, de los viajes y del ocio en general. Los hijos de Cristina Borbón e Iñaki Urdangarín son, seguramente, quienes tienen una vida más diferenciada del resto de primos y más 'similar' al resto de ciudadanos. Pablo Urdangarin, al igual que su padre, se dedica al balonmano profesional, habiendo fichado recientemente por el Franklin Granollers después de haber dejado al FC Barcelona.
Le han puesto un mote muy gracioso que se ha hecho viral
Los Marichalar y los Urdangarin, cuñados y sobrinos, ven a Letizia Ortiz con distancia. Consideran que es una persona altiva, poco cercana y con grandes aires de superioridad respecto al resto de la humanidad. Tanto es así que todos le llaman un mote, incluido su suegro, el rey emérito. La mala relación de Letizia Ortiz con su familia viene de lejos. "Ya sabemos que eres la más inteligente de la familia, pero, por favor, deja hablar a los demás", dijo en un encuentro oficial en el que la entonces Princesa de Asturias se entusiasmó hablando. A partir de ahí le empezaron a llamar "Princesa de Tolosa". Y no por el municipio navarro o la ciudad francesa, sino por la abreviatura de "todo lo sabe".
El enfado de esta parte de la familia con Letizia se debe a varios hechos. Cuando la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin tuvieron problemas judiciales fue la reina española quien ordenó a su marido distanciarse de ellos. Quedaron como unos apestados y esto provocó un cisma familiar. Sofía, siempre muy próxima a Felipe, se negó a aceptar esta marginación. La Infanta Elena también se posicionó a favor de su hermano. Algo que, juntamente a los problemas que han dado Froilán y Victoria Federica, ha provocado que Letizia los quiera bien lejos.