Mujer joven con cabello rubio recogido y expresión sonriente en un ambiente interior desenfocado

La hermana de Michu inicia la guerra contra Gloria Camila

El posible choque de custodia en el clan Ortega acapara titulares con mensajes cruzados

La muerte de Michu el pasado 7 de julio, a los 33 años, ha sacudido al círculo mediático y familiar. Lejos de aplacar tensiones, el fallecimiento parece haber dinamizado una pugna por la custodia de su hija Rocío, de 8 años.

En ese escenario, Gloria Camila, colaboradora con amplia presencia en programas de Telecinco, se encuentra en el centro de la polémica tras las críticas vertidas por Tamara, hermana de la fallecida. La rivalidad ya no es solo mediática, sino emocional y con posibles ramificaciones legales.

Reproches en directo

En una entrevista en ‘TardeAR’, Tamara acudió visiblemente afectada, reclamando a la familia Ortega Cano una mayor implicación práctica. Aseguró que su hermana era quien llevaba a Rocío al colegio y se ocupaba de sus asuntos cotidianos. “¿Se va a ocupar Gloria Camila de ella?”, preguntó con contundencia, acusándola de volver a la teletrasmitir enseguida tras el entierro y seguir con sus actividades sin prestar atención real a su sobrina.

Mujer rubia con vestido plateado y un dibujo de corazón resaltado en rojo sobre un fondo urbano desenfocado
Michu con complicaciones cardíacas | Canva Pro, XCatalunya, Michu

Según Tamara, la supuesta voluntad de Michu era que la niña permaneciese en Arcos de la Frontera, con su madre e incluso con cierto vínculo con la familia paterna. Aclaró que no hay documento escrito, pero que esa era la intención de la fallecida.

Respuesta de Gloria Camila

En su intervención en ‘Fiesta’, Gloria Camila se mostró visiblemente emocionada y sorprendida por las acusaciones. Afirmó que no le parecía el momento adecuado para lanzar tales reproches y lo calificó de “lamentable”. Explicó que apenas había tenido oportunidad para alejarse tras el velatorio, y que sí había coincidido con Tamara días antes sin conflicto aparente.

La colaboradora insistió en su compromiso personal: “Siempre hemos cedido por el bien de la niña. Yo la quería”. Asimismo, confesó su temor a que la pequeña repita una infancia marcada por la ausencia materna, aludiendo a su propia experiencia.

Persona firmando un documento con un círculo rojo que contiene un signo de interrogación y una imagen borrosa de láminas onduladas
Signo de interrogación delante de una persona rellenando documentación | XCatalunya, oksanavectorart

La abuela Inma, firme en su decisión: “La niña se queda conmigo”

En paralelo, la abuela materna, Inmaculada, ha confirmado públicamente que se hará cargo de Rocío. Aseguró que la niña ha estado a su lado desde pequeña y que seguirá bajo su custodia. También subrayó que la voluntad de Michu era que la niña se criase junto a sus raíces maternas, pese a que existiese una intención verbal de integrarla también en la familia Ortega Cano.

Aunque la figura del padre, José Fernando, sigue siendo central, su estancia en un centro de tratamiento le impide asumir la custodia ahora. Mientras tanto, la familia paterna parece dispuesta a combatir la circunstancia y a mantener una presencia afectuosa constante. Se especula con la existencia de una “guarda de hecho” mientras se define el marco jurídico que primará a largo plazo.

Con el duelo aún fresco, el clan Ortega Cano muestra un vistoso despliegue mediático y emocional, en contraste con la firmeza de la familia de Michu. En la balanza, el amor, la practicidad y los protocolos jurídicos se mezclan. Mientras uno puede presentar recursos legales o apelaciones a la voluntad de la madre, el otro se refugia en la experiencia real de vivencias con la niña.