Cuando se anunció en 2024 que Carlos III padecía cáncer, pocos imaginaron que el monarca optaría por caminos poco convencionales. Meses después de iniciar quimioterapia, habría dado un giro sorprendente hacia una terapia alternativa. Esta decisión, publicada en medios de prensa rosa, suma un nuevo capítulo en su ya intensa vida marcada por tradición, controversia y un firme apoyo a la medicina alternativa.
Carlos III usa la terapia Gerson
Según la periodista Concha Calleja en el programa ‘Fiesta’, el rey hace una costosa y agotadora rutina de enemas diarios de café, zumos y suplementos. La llamada terapia Gerson incluiría un enema de café diario durante tres semanas, 13 zumos al día, inyecciones de extracto de hígado de bacalao y vitamina B12, con un coste estimado de 4.900 € semanales, más 20.000 € extra por las inyecciones.
Aunque los efectos secundarios habrían obligado a un breve ingreso a finales de marzo —cuando suspendió parte de su agenda— medios como EFE y Swissinfo aseguraron que este revés fue solo un contratiempo temporal.

Médicos advierten de los riesgos y falta de evidencia científica
Expertos han señalado que esta terapia no cuenta con respaldo clínico: Cancer Research UK y el National Cancer Institute ya descartaron utilidad real y advirtieron sobre posibles peligros derivados de los enemas excesivos. Incluso, algunos doctores recomendaron reforzar la quimioterapia, considerándola una opción más segura tras su hospitalización.
El protocolo original de Max Gerson, descubierto en aliados civiles, fue ampliamente desacreditado por carecer de rigurosidad científica y por haberse asociado a riesgos graves.
La postura histórica de Carlos III ante la medicina alternativa
Este no es un caso aislado. Desde 1982, el entonces príncipe mostró un fuerte apoyo a la medicina complementaria. En 2004 incluso recomendó públicamente los enemas de café, citando casos anecdóticos de “pacientes terminales que se curaron”. Su fundación y nombramientos médicos han sido objeto de críticas por fomentar terapias no avaladas por la ciencia.
Esta nueva decisión no hace más que reforzar su ya conocida defensa de terapias alternativas, a pesar de advertencias frecuentes de la comunidad científica.

Reacciones oficiales y tono del Palacio de Buckingham
Hasta la fecha, Buckingham ha evitado pronunciarse. No ha desmentido la noticia, pero tampoco ha confirmado que se haya detenido la quimioterapia. Su silencio hace pensar que la estrategia del Reino Unido es mantener la discreción, evitando detalles que puedan generar alarma social.
Fuentes vinculadas al Palacio señalaron que, tras su breve hospitalización, el rey retomó labores de Estado y mantiene una actividad "increíblemente bien" pese a los ajustes médicos.
Salud del rey y expectativas de futuro
La analista real Camilla Tominey, del Telegraph, ha indicado que el cáncer de Carlos III es "manejable aunque incurable", y que es poco probable que fallezca por la enfermedad, siempre que siga un tratamiento adecuado. Además, el monarca ha expresado recientemente su optimismo: en Bradford dijo sentirse “en la mejor fase” del tratamiento.
Pese a ello, el abanico de métodos empleados y la falta de transparencia sanitaria plantean una disyuntiva. Hay preocupación por cuándo y cómo se incorporará de nuevo la quimioterapia, y si recuperará la senda de la medicina convencional.