Helena García Melero vivió uno de esos momentos televisivos que, sin buscarlo, se convierten en tendencia. Este viernes, en el plató de Tot es mou, la presentadora quedó boquiabierta al conocer a los hermanos Matthew y Michael Youlden, dos jóvenes británicos que dominan 26 idiomas y que contaron en directo cómo aprendieron el catalán.
Desde hacía años, la periodista catalana construye confianza en su audiencia con su estilo cercano y profesional. Pero esta vez no pudo contener su asombro. “¿A ver, cómo puede ser? ¿Sois normales? Increíble”, exclamó entre risas y admiración. La audiencia presenció cómo Melero se rendía ante el talento sin precedentes de estos gemelos, conocidos en redes como los “Superpolyglotbros”.
La sorprendente entrevista y su origen en redes
La noticia saltó primero en redes sociales y en blogs dedicados a la televisión. Los Youlden, residentes en Reino Unido, relataron que desde los 8 años viajan y aprenden el idioma local, algo que empezó en sus vacaciones en Grecia o Lanzarote. En Twitter y TikTok su caso se ha hecho viral y han recibido multitud de felicitaciones.

En Tot es mou, programa de actualidad donde se abordan temas sociales y culturales, los hermanos hablaron con fluidez de catalán, euskera, turco, griego, alemán, irlandés... hasta completar una lista de 26 lenguas, incluso con un idioma inventado entre ellos: el “umeri”.
Helena aprovechó para recalcar que hablaban catalán con un acento impecable y pidió aplausos por su sensibilidad y esfuerzo por aprender una lengua como la nuestra.
“El catalán también importa”: declaraciones que conmueven
Matthew y Michael resaltaron en la entrevista que su hogar es multilingüe: aunque hablan en inglés en casa, reconocen la importancia de valorar las lenguas minoritarias. “Para nosotros es muy importante el caso del catalán. La gente siempre habla de que el inglés es muy importante, para los negocios, pero el catalán también importa”, confesaron.
Queda claro que todo el mundo puede aprender catalán
El encuentro entre Helena y los Superpolyglotbros encierra varias enseñanzas. Primero, que aprender idiomas desde la infancia abre puertas aprendiendo y respetando al otro. Segundo, que lenguas como el catalán pueden (y deben) continuar presentes.
Unas imágenes que son un golpe duro a todos aquellos que hace cincuenta años que viven en Catalunya y no saben decir ni buenos días.