Un hombre de cabello canoso con traje y otro hombre con gafas y uniforme de chef sosteniendo un plato de comida, ambos en un entorno de restaurante o buffet.

Hablan los chefs de la Familia Real de Inglaterra: Sus platos preferidos

Los exchefs revelan los platos favoritos de Carlos III e Isabel II y las reglas que mandan en la mesa real

La cocina real siempre ha sido un territorio de rituales. Poco se filtra y, cuando lo hace, suele llegar envuelto en anécdotas medio ciertas y mitos persistentes. En las últimas semanas, varias voces autorizadas —cocineros que han pasado por palacio y chefs en activo— han vuelto a poner el foco en lo que de verdad comen los Windsor.

Las confidencias ayudan a desmontar leyendas y a entender cómo se decide un menú que combina tradición, salud, sostenibilidad y una dosis medible de excentricidad. Esto es lo que cuentan quienes han cocinado para ellos.

Del ‘groussaka’ al pastel de faisán: lo que prefiere Carlos III

El hoy rey Carlos III lleva años defendiendo la caza y el producto de temporada. Cuando editó la revista Country Life por su 70º cumpleaños, citó como favoritos un “pheasant crumble pie” y su propia “groussaka”, una moussaka hecha con urogallo en lugar de cordero. En aquellas páginas explicó que también adapta clásicos como el coq au vin sustituyendo la carne por ave de caza.

Hombre mayor de cabello canoso con traje oscuro mirando hacia atrás en una calle de ciudad con una flecha roja señalando hacia él
Rey Carlos III del Reino Unido. | XCatalunya, The Royal Family Web.

Su elección gastronómica más reciente y visible fue la quiche de la coronación. La receta, obra del chef de la Casa Real, Mark Flanagan, se pensó para compartir y para ser asequible: espinacas, habas y estragón en una base cremosa de huevos y queso. La propia web real publicó la receta oficial y el motivo de la elección.

También hay hábitos firmes. La casa real dejó por escrito dos datos que los cocineros confirman: el monarca es de té Darjeeling, con miel y leche, y durante años evitó el almuerzo. En 2024 varias informaciones apuntaron a un pequeño cambio por recomendación médica y de Camila: introducir un bocado ligero a mediodía, a menudo medio aguacate.

Fish & chips a la manera de Isabel II: la versión ligera que salía de Buckingham

Darren McGrady, once chef de la reina Isabel II, detalló cómo se servía en palacio el plato más británico. No era el rebozado grueso y frito de los pubs. La reina prefería merluza pasada por harina y yema, empanada con panko y horneada a alta temperatura. Se acompañaba con una holandesa de estragón y unas patatas cortadas en rectángulos idénticos, apiladas con precisión casi militar. El remate, una flor comestible.

McGrady contó además que los viernes eran de fish & chips en Buckingham para cientos de comensales, una tradición que los cocineros esperaban con ganas pese a la formalidad del emplatado.

Un hombre pelirrojo con barba y una mujer mayor de cabello canoso sonriente posan frente a un edificio histórico con una reja dorada, mientras un rayo rojo aparece entre ellos sugiriendo conflicto
Las relaciones entre Isabel II y su nieto, el Príncipe Harry, fueron muy tensas en los últimos años de la monarca | XCatalunya, Casa Real Inglaterra, Pakawat

Reglas de la mesa real: del té medido al “no” al ajo

Las reglas importan tanto como las recetas. Camila reconoció en televisión que el ajo es “un no rotundo” cuando hay actos oficiales. La razón es simple: muchas horas hablando con gente. Varios cocineros lo corroboran como pauta de protocolo más que como manía.

También conviene separar lo cierto de lo legendario. La historia de los “seis huevos cocidos cada tarde” para que dos queden perfectos se ha repetido durante años. Desde palacio se desmintió, y los medios británicos la tratan como mito persistente más que como hecho.

Hay, eso sí, pequeñas liturgias muy reales. El té de Carlos III no es cualquier té: Darjeeling con miel y leche, como figura en los “70 datos” oficiales publicados cuando aún era príncipe. Y su conocida preferencia por los huevos y el queso ayuda a entender por qué la quiche fue el plato bandera en la coronación, algo que antiguos cocineros han comentado incluso en redes.

Cuando hablan los chefs: precisión, sostenibilidad y algún martini

Quien ha trabajado con Carlos III subraya su obsesión por el producto orgánico y de proximidad, una línea que encaja con su compromiso ambiental —incluida la decisión, contada por él mismo a la BBC, de reducir carne y pescado dos días por semana y prescindir de lácteos un día—. Los cocineros lo resumen en una palabra: coherencia.

Dos personas mayores con vestimenta formal y sombreros posan frente a un edificio histórico con una reja ornamental al fondo
Carlos III está poniendo las cosas muy difíciles a su hijo, el Príncipe Harry | YouTube, XCatalunya, Dave Porter

En viajes, la meticulosidad roza lo escénico. La periodista Tina Brown recogió que, en algunas cenas, el entonces príncipe llevaba su martini ya preparado, servido en su propio vaso por un oficial de protección, y que se cuidaba de recrear su entorno con detalles personales. No es capricho de chef, pero explica por qué cada servicio busca calcar su rutina.

Al final, detrás del biombo de Buckingham hay menos extravagancia y más método del que sugieren los tópicos. Los cocineros que han pasado por aquellas cocinas cuentan una misma historia: precisión, reglas claras y un paladar que ha elevado la caza, las quiches con huevo y queso y un fish & chips “de salón” a sello de la casa.

¿Veremos nuevas concesiones —más allá del medio aguacate— en la dieta del rey? Por ahora, lo seguro es que la conversación seguirá servida en torno a una taza de Darjeeling y a recetas que, entre tradición y protocolo, dicen mucho de quién manda en la mesa real.