Hombre calvo con expresión seria y un emoji de enojo grande a su lado

Gonzalo Bernados desata la polémica: 'Ahora nuestros hijos se quejan por...'

El economista habló sobre la precaria situación de la generación actual

El economista Gonzalo Bernardos, profesor de Teoría Económica y director del máster en Asesoría, Gestión y Promoción Inmobiliaria de la Universidad de Barcelona, ha vuelto a poner el foco en uno de los problemas más candentes de la actualidad: la frustración de las generaciones más jóvenes frente al mercado laboral y el acceso a la vivienda.

Conocido por su estilo directo y por no esquivar temas delicados, Bernardos ya había advertido hace unos meses del desafío que supone el sistema de pensiones. En una entrevista reciente, recordó el caso de Dinamarca, donde a partir de 2040 la edad de jubilación se fijará en 70 años para los nacidos después de 1970.

“En España aún no hemos llegado ahí, pero vamos camino de ello”, explicó, señalando que la única vía para evitarlo sería “un grandísimo incremento de la productividad derivado de la inteligencia artificial”.

Un hombre calvo con saco oscuro y camisa clara aparece en primer plano junto a un emoji amarillo con lupa sobre un fondo de una construcción en obra.
Los errores que cometen los compradores de vivienda, según Bernardos. | XCatalunya

Una queja generacional que crece

Bernardos abordó un malestar cada vez más extendido: “Nuestros hijos se quejan porque parten de un nivel de bienestar superior y consideran que han cumplido con la sociedad, pero la sociedad no ha cumplido con ellos”, afirmó. A su juicio, existe una diferencia notable con las generaciones anteriores.

“Nuestros padres y abuelos en los años sesenta y setenta estaban encantados con lo que habían conseguido: una mejora muy importante. Hoy, en cambio, los jóvenes se enfrentan a un horizonte mucho más incierto”.

Hombre calvo con expresión seria en primer plano junto a una sirena de alarma roja sobre una playa con mar turquesa de fondo
Gonzalo Bernardos dice que está mal hacer esto cuando te vas de vacaciones. | XCatalunya

Formación y esfuerzo… sin recompensa

El economista lamentó que la inversión de tiempo, dinero y esfuerzo en estudios superiores no se traduzca en condiciones laborales dignas.  “Han estudiado, se han esforzado, se han formado… pero ahora la sociedad no lo valora”, sentenció.

Esta falta de oportunidades, sumada a salarios bajos y contratos inestables, alimenta un sentimiento de desamparo. Además, Bernardos subrayó que el problema no solo es laboral: el acceso a la vivienda se ha convertido en un obstáculo casi insalvable para muchos menores de 40 años.

La vivienda: comprar ahora o pagar mucho más después

En este sentido, el profesor de la Universidad de Barcelona fue tajante. Considera que esperar para comprar una vivienda es un error estratégico, dado que la demanda “embalsada” y la escasa oferta harán que los precios suban todavía más en los próximos años.

“En 2007, el 75% de las personas entre 30 y 44 años tenían casa en propiedad. Entre 2008 y la actualidad, muy pocos jóvenes han podido comprar.  Eso creará una presión enorme sobre el mercado en cuanto tengan la oportunidad”. Bernardos también lanzó un mensaje personal, compartido en el pódcast Inversión inteligente: “Yo asesoro a mi hija para que se compre una vivienda ya, porque si no, tendrá que pagar muchísimo más en el futuro”.

Alquiler: una “trampa mortal”

El economista no dejó lugar a dudas sobre su postura respecto al alquiler: “Estar mucho tiempo en el mercado del alquiler es una trampa mortal, porque cada vez te es más difícil comprar una vivienda”. Para él, prolongar la permanencia en régimen de alquiler no solo implica gastar más, sino perder capacidad de ahorro y de inversión a largo plazo.

Un discurso que conecta con la calle

Las palabras de Gonzalo Bernardos han generado eco porque ponen voz a un sentimiento común: el de una juventud que cumple con las reglas del juego —formarse, esforzarse, trabajar— pero se encuentra con un sistema que no le devuelve en forma de oportunidades lo que ha invertido. 

En un contexto donde las reformas laborales y de vivienda parecen ir por detrás de la realidad social, la reflexión de Bernardos actúa como un recordatorio: no basta con decir a los jóvenes que se esfuercen; es imprescindible construir un entorno donde ese esfuerzo tenga recompensa real.