Una mujer y un hombre posan juntos sobre un fondo negro.

Giro de 180º en relación entre Álvaro Morata y Alice Campello tras aparecer una imagen

La Revista SEMANA identifica un detalle que da lugar a un nuevo rumor sobre una posible reconciliación

La historia de amor entre Alice Campello y Álvaro Morata siempre ha estado marcada por la complicidad y el cariño que demostraron públicamente desde el inicio de su relación. Sin embargo, el año 2024 supuso un duro revés para ambos, pues decidieron poner fin a su matrimonio en medio de un momento especialmente complicado para los dos. A pesar de que la separación fue confirmada por la propia pareja, el tiempo ha demostrado que no han dejado de existir lazos inquebrantables entre ellos, especialmente por los cuatro hijos que tienen en común.

Recientemente, la modelo italiana generó un gran revuelo al compartir en redes sociales un vídeo en el que mostraba la nueva habitación de juegos de sus pequeños. Lo que parecía ser una sencilla publicación con fines decorativos llamó la atención de muchos seguidores, puesto que  en una de las paredes aparecía una fotografía de Alice y Álvaro fundiéndose en un beso. La imagen desató toda clase de especulaciones: ¿indica un acercamiento definitivo? ¿Se trata de una publicación antigua o una pista de que su relación está dando un giro radical?

Imagen publicada por Alice Campello
Imagen publicada por Alice Campello | Semana, Instagram

Curiosamente, al cabo de unas horas, otro vídeo mostraba el mismo espacio de juegos, pero sin rastro de esa instantánea del futbolista y la modelo. ¿Está jugando Alice al despiste, o se trata sencillamente de imágenes anteriores a la separación? Por el momento, la influencer no ha despejado las dudas, y lo único que se sabe a ciencia cierta es que el recuerdo de Morata sigue muy presente en la vida de ella.

El viaje a Dubái y el peor año de su vida

Para Alice, el final de 2024 fue especialmente difícil. Tras la ruptura, decidió poner tierra de por medio y se desplazó a Dubái con el objetivo de desconectar y “olvidar el peor año” que le había tocado vivir. Se alojó en un hotel de lujo, un lugar donde el precio por noche podía superar los 1.300 euros, lo que indica la comodidad económica que le permite darse estos lujos. En sus declaraciones, reconoció que la separación no llegó por falta de amor, sino por el delicado momento personal que ambos atravesaban: Álvaro lidiaba con problemas de depresión y ella con un posparto complejo.

En plena vorágine de rumores, Alice y Álvaro fueron vistos paseando juntos por Italia, acompañados de sus hijos. Aunque el delantero no quiso pronunciarse, la modelo sí dejó abierta la puerta a una posible reconciliación: “No sé ni lo que voy a comer mañana ni lo que voy a hacer mañana. La vida cambia y te sorprende cada día. Es posible cualquier tipo de cosa, no me cierro absolutamente a nada”.

Una pareja elegantemente vestida posa frente a la entrada de un edificio lujoso con puertas ornamentadas y una decoración interior sofisticada.
Alice Campello y Álvaro Morata | @alicecampello, Álvaro Morata

Las palabras de Morata y las de ella

La ruptura oficial se dio a conocer en verano de 2024, cuando Morata publicó un comunicado que, según algunos expertos, denotaba frialdad y cierta distancia emocional. “Tras un tiempo de reflexión, Alice y yo hemos tomado la decisión de separar nuestros caminos”, rezaba el mensaje. Por otro lado, la italiana, más emocional, describió aquel momento como uno de los más duros de su vida, pero siempre dejando un poso de esperanza al hablar de lo que podía deparar el futuro.

La fotografía que ha aparecido (y desaparecido) en la nueva sala de juegos de los pequeños, así como los gestos de complicidad captados en Italia, han devuelto el foco mediático a Alice y Álvaro. ¿Están replanteándose volver a unir sus caminos? ¿Se trata simplemente de una relación cordial por el bienestar de sus hijos? Nada está confirmado, pero estos indicios han hecho que muchos vislumbren un giro de 180º en su historia. Solo el tiempo dirá si la expareja se da otra oportunidad o si, por el contrario, esos recuerdos son parte de una etapa que ya quedó atrás.