La noticia de la separación de Pep Guardiola y Cristina Serra, después de más de tres décadas juntos, dejó boquiabiertos a muchos. Durante esos años, parecían una de las parejas más sólidas. Sin embargo, el pasado enero se supo que ponían punto final a su relación.
Dicha ruptura se ha atribuido a un desgaste natural y a la forma de vida LAT (Living Apart Together) que mantenían. Guardiola, instalado en Inglaterra por motivos profesionales, y Cristina Serra, afincada en Barcelona, han llevado trayectorias separadas en los últimos tiempos. La distancia habría jugado en su contra.
De momento, no hay indicios de que ninguno de los dos estuviera buscando un nuevo amor. Ambos parecen inmersos en adaptarse a este cambio drástico, que afecta también a sus tres hijos. Muchos pensaban que el entrenador del Manchester City estaría lejos de implicarse en otra relación sentimental.
Un vidente abre la puerta a un nuevo amor
Pero en el último programa de Col·lapse, transmitido por TV3, ha surgido un giro inesperado. El espacio invitó al célebre vidente Rappel, famoso por vaticinar el futuro de ciertas personalidades y personajes del mundo político. A lo largo de la noche, se hizo alusión a Guardiola como uno de los nombres para leerle las cartas.
Para sorpresa del presentador y de los espectadores, Rappel afirmó que el técnico de Santpedor progresaría aún más en su carrera. Destacó su capacidad de generar un patrimonio sólido, su cercanía con la familia y su círculo de amigos reducido pero fiel. Aun así, lo más impactante fue la mención de un posible “nuevo amor” para el entrenador.
El plató se quedó atónito ante ese presagio sobre la vida personal de Guardiola. Nadie se imaginaba un cambio tan pronto en su situación sentimental, dada la reciente ruptura. Sin embargo, el vidente declaró con rotundidad que las cartas hablan de un rumbo positivo en lo afectivo. No quiso hablar de nombres.
No hay nada seguro
Por ahora, esa aseveración de un “nuevo amor” es solo eso, una suposición basada en las cartas de un vidente. Pero, a tenor de la sorpresa generada en ‘Col·lapse’, la pregunta sobre el futuro sentimental de Guardiola queda en el aire. Tal vez el entrenador esté abocado a un giro de 180 grados que nadie sospechaba hasta ahora.