Fue en febrero de 2024 cuando los habitantes de Reino Unido tuvieron que contener la respiración ante el anuncio inesperado de Carlos III. El rey, que había subido al trono tan solo dos años antes, en noviembre de 2022, comunicó públicamente que padecía cáncer. En aquel momento no se dieron detalles sobre el tipo de enfermedad ni la zona afectada, pero sí se confirmó que Carlos III iniciaría un tratamiento muy pronto.
Desde entonces, la evolución de su estado ha estado rodeada de hermetismo, aunque más de un año y medio después los rumores en torno a su frágil situación comienzan a intensificarse. A pesar de su diagnóstico, Carlos III no ha abandonado sus funciones institucionales. Incluso durante las fases más duras del tratamiento, el soberano ha mantenido una agenda activa, interrumpida únicamente por unos días de hospitalización.

Esta actitud le ha granjeado el reconocimiento de parte de la opinión pública, pero no ha logrado acallar las voces de expertos y allegados que consideran inevitable un deterioro progresivo. “Tiene 76 años y ahora está muy frágil. Sabe que su final está cerca”, ha declarado una fuente cercana al palacio al tabloide Radar Online.
El entorno de Carlos III ha filtrado información importante sobre su estado
En los últimos días, las apariciones de Carlos III han generado aún más especulaciones. Durante una caminata por su residencia de Norfolk, se le vio apoyado en un bastón, lo que provocó preguntas directas sobre su estado.

Carlos, visiblemente cansado, respondió con una frase que no ha pasado desapercibida: “Estoy haciendo todo lo que puedo”. Una confesión breve, pero reveladora que muchos interpretan como la aceptación de que la batalla contra el cáncer se está volviendo cada vez más difícil.
Medios británicos se hacen eco de la información sobre Carlos III
Medios británicos han señalado también que Carlos III no se desprende del bastón en ningún momento. Y que, en privado, habría recurrido al consumo de whisky para aliviar el dolor físico y la desesperanza emocional.

Aunque desde Buckingham Palace se evita ofrecer declaraciones oficiales, varias fuentes cercanas han comenzado a reconocer que los rumores sobre su salud son ciertos. Carlos III se encuentra en una situación extremadamente delicada.
“Esta trágica admisión es la última señal de que está luchando una batalla perdida contra el cáncer”, sostienen en Radar Online. Y aunque Carlos no ha dejado de cumplir con sus obligaciones, todo indica que el futuro inmediato de Carlos III está marcado por la incertidumbre y la preocupación. Tanto dentro del Reino Unido como en el resto del mundo.