Froilán ha dado a conocer una decisión que marca un antes y un después en su trayectoria personal. El nieto del rey Juan Carlos ha comunicado una decisión que ha causado un notable impacto dentro de la familia real. Se trata de un cambio concreto en su vida laboral que confirma su intención de alejarse del foco institucional.
Se trata de su continuidad laboral en Emiratos Árabes Unidos, donde lleva instalado desde principios de 2023. Froilán ha sido oficialmente contratado por la petrolera estatal Adnoc, una de las mayores del mundo, tras su periodo inicial como becario. Con ello, ha sellado su voluntad de establecerse profesionalmente fuera de España, alejándose del foco institucional.

La compañía ha apostado por mantenerlo como parte de su programa de jóvenes talentos, en calidad de empleado junior. Según fuentes próximas a Zarzuela, el joven ha desempeñado tareas vinculadas a la logística de eventos y relaciones institucionales, siempre con un perfil bajo. Esta permanencia ha sido interpretada como un éxito personal y un gesto de compromiso con una vida más estructurada.
Froilán y el rey Juan Carlos coinciden en Abu Dabi, pero con perfiles muy distintos
Para muchos, su nueva etapa supone un cambio de narrativa respecto al personaje mediático que fue en su adolescencia. Froilán ha dejado atrás la imagen de figura polémica y ha optado por construir un futuro en un entorno laboral exigente. Lejos de titulares y apariciones públicas, ha elegido mantener un perfil activo en Dubai, al contrario que su abuelo, que lleva una vida discreta y retirada.

Este paso ha sido valorado positivamente dentro de círculos diplomáticos e incluso en sectores de la Casa del Rey. No solo demuestra que ha sabido adaptarse a un contexto profesional distinto, sino que lo ha hecho con constancia y sin provocar fricciones. Su papel actual encaja en la línea de separación institucional que la Corona ha aplicado a los miembros no directos de la línea sucesoria.
Froilán, nieto del rey Juan Carlos, comienza a forjar su propio camino con discreción
Desde su llegada a Abu Dabi, el hijo de la infanta Elena ha vivido con discreción, centrado en su formación y en su puesto de trabajo. Poco a poco, su nombre ha ido desapareciendo de la prensa, lo que ha favorecido su evolución profesional. El cambio ha sido progresivo, pero firme.
Aunque no hay declaraciones oficiales por parte de Zarzuela, el silencio ha sido, en este caso, más elocuente que cualquier comunicado. La decisión de Froilán representa un pequeño giro interno en la estructura simbólica de la monarquía. Y deja clara una idea: ya no está dispuesto a ser simplemente 'el nieto del rey'.

Este movimiento no solo redefine su imagen pública, sino que abre la puerta a una nueva etapa vital. Ha elegido el trabajo, la distancia y el anonimato como herramientas para avanzar. Y aunque el apellido sigue pesando, ha empezado a caminar por su cuenta.