En los últimos días, la DANA ha causado muchos estragos en Valencia, y la población se ha mostrado cada vez más crítica con la gestión de las administraciones. Las intensas lluvias, inundaciones y desbordamientos de ríos han dejado un rastro de destrucción.
Y han puesto en evidencia las carencias en los protocolos de emergencia y en la infraestructura del país valenciano. Las voces de ciudadanos y expertos que demandan una respuesta más eficaz por parte de las autoridades no han dejado de multiplicarse.
Recientemente, meteorólogos, periodistas y habitantes de las zonas más afectadas han expresado su frustración en redes sociales. Señalando la falta de previsión y rapidez en la respuesta por parte de las entidades responsables.
La respuesta de Mauri
Estas críticas no se limitan a la ejecución en el momento de la crisis, sino que también apuntan a la falta de inversión. Y mantenimiento en infraestructuras clave para mitigar los efectos de fenómenos meteorológicos extremos. En este contexto, Francesc Mauri, meteorólogo de TV3, ha destacado la gravedad de la situación en la Rambla de Poio y cuestionado las decisiones de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Mauri utilizó su cuenta de X (Twitter) para compartir datos alarmantes sobre el desbordamiento de la Rambla de Poio. subrayando que a las 17:30 los sistemas de alerta registraron un caudal de 1.000 m³/s, aumentando drásticamente a 2.000 m³/s a las 18:30.
Con un tono de indignación, Mauri calificó esta situación de “aberración” y comparó el aumento de caudal a un “tsunami de agua”. Preguntándose por qué la sala de emergencias valenciana no decretó el cierre de todas las vías de comunicación en ese momento. La comparación de Francesc Mauri con el caudal del río Ebro en Tortosa, que lleva entre 300 y 400 m³/s en días normales, resalta aún más la magnitud del problema.
El meteorólogo considera que esta inacción refleja una falta de competencia por parte de las autoridades y pone en riesgo la vida de las personas en zonas vulnerables. Además, recalca que, aunque la Confederación Hidrográfica del Júcar emitió alertas, la respuesta en terreno por parte de las administraciones locales fue insuficiente. Este tipo de situaciones, en las que se subestima el riesgo o se actúa con lentitud, son las que contribuyen a la creciente desconfianza de la población hacia la gestión administrativa.
El caso de la Rambla de Poio se suma a otros ejemplos recientes de desbordamientos y situaciones críticas en los que la respuesta ha sido, a ojos de muchos expertos, deficiente. Mauri no es el único profesional que ha manifestado públicamente su descontento.
Otros meteorólogos y especialistas en gestión de emergencias han pedido una revisión completa de los protocolos de actuación ante catástrofes naturales. Asegurando que estos fenómenos, cada vez más comunes debido al cambio climático, requieren una preparación y un compromiso mayor por parte de las instituciones.