Incluso desde antes de que Federico X asumiera el trono, los focos no han dejado de observar cada movimiento que ha dado. En una familia real que ha vivido tensiones internas motivadas, en muchos casos, también por Federico, los gestos importan más que nunca. Y en Dinamarca, con los ojos de los ciudadanos y la prensa sobre ellos, todo gesto cuenta.
La anterior monarca, la reina Margarita, ha sido testigo de las controversias que se han suscitado en la Corona. Ha visto, también, los momentos de distanciamiento, lo que genera preocupación. Ahora, Federico X parece decidido a solucionarlo todo.

Un reconocimiento que dice mucho
Federico de Dinamarca ha sorprendido al entregar una de las máximas condecoraciones del país a dos de sus sobrinos. Nicolás y Félix, hijos mayores del príncipe Joaquín, recibieron la Gran Cruz de la Orden de Dannebrog.
Es una distinción importante, que suele entregarse solo por méritos destacados. Además del honor, les otorga derecho a un escudo que será colocado en la Capilla de los Caballeros de Frederiksborg.
La noticia se anunció a través de redes sociales, sin gran ceremonia pública. Aun así, ha despertado atención por lo que simboliza dentro del panorama familiar. Y por lo que podría significar a futuro.
Las heridas que aún pesan
En 2022, la reina Margarita retiró los títulos de príncipe y princesa a los cuatro hijos de Joaquín. La medida buscaba reducir la carga oficial de la institución. Sin embargo, generó un malestar evidente y el alejamiento de Joaquín y su familia.
Joaquín y su esposa Marie se trasladaron a Washington poco después. Él mismo admitió que su relación con Federico se volvió complicada y desde entonces ha estado ausente en momentos relevantes para la Corona. Esta nueva acción de Federico X que parece querer cambiar, aunque no incluye directamente a su hermano, reconoce a sus hijos como parte esencial de la familia real.

Los condes Nicolás y Félix fueron los únicos condecorados, ya que los otros dos hijos de Joaquín aún son menores de edad. “No se lo ha concedido al conde Enrique ni a la condesa Atenea porque todavía son menores”, explican fuentes cercanas. El mensaje, sin embargo, es claro: hay intención de reconciliar.