Un murmullo de expectación recorre los pasillos de Buckingham y las redacciones de la prensa británica. No se trata de un nuevo escándalo, sino de una decisión de profundo calado que definirá el futuro de la Corona. El protagonista es el joven Príncipe Jorge, pero la arquitecta de su destino ha sido su madre, Kate Middleton.
La elección del centro educativo para el heredero al trono ha supuesto un verdadero punto de inflexión, un debate interno en el seno de los Gales que ha mantenido en vilo a los observadores reales. Y es que la decisión, aunque pueda parecer predecible, llega tras una larga deliberación que revela las tensiones entre el deber dinástico y el anhelo de una vida más normal.
El Palacio de Kensington guarda un silencio sepulcral, como es costumbre en asuntos privados de la realeza. Sin embargo, la prensa británica, citando fuentes cercanas a la familia, ha confirmado lo que muchos sospechaban: el Príncipe Jorge seguirá los pasos de su padre y su abuelo. La balanza, finalmente, se ha inclinado hacia la tradición más arraigada, una elección que no ha estado exenta de controversia interna y que ha puesto de manifiesto la notable influencia de la Princesa de Gales.

La tradición se impone: Jorge irá a Eton
Según confirman medios como People y el Mail on Sunday, el Príncipe Jorge comenzará sus estudios en el prestigioso Eton College a partir de los 13 años. Esta institución, fundada en 1440 por el rey Enrique VI, es más que un simple internado; es la cuna de primeros ministros, líderes mundiales y, crucialmente, de la realeza británica. El Príncipe Guillermo y el Príncipe Harry se formaron entre sus históricos muros, convirtiendo este paso en un rito de iniciación casi ineludible para un futuro monarca.
La elección de Eton, a escasos minutos de su residencia familiar en Adelaide Cottage, garantiza la cercanía familiar, pero también sumerge al joven príncipe en un entorno exclusivamente masculino y de élite.
Para la monarquía, la decisión refuerza un mensaje de continuidad y estabilidad. Fuentes cercanas aseguran que el Rey Carlos III ha recibido la noticia con gran satisfacción, viendo en su nieto el reflejo de un legado que perdura. Pese a todo, no hay que olvidar que el actual Rey de Inglaterra lo pasó muy mal durante su estancia en Eton porque fue víctima de bullying. Unas prácticas que eran generalizadas y por las que el internado pidió disculpas en 2024.

La maquinaria de Eton ya se ha puesto en marcha para recibir a su alumno más ilustre, preparando un entorno que, si bien es exigente, está acostumbrado a proteger la privacidad de la realeza.
El debate de Kate: Marlborough como alternativa moderna
Lo que hace esta decisión tan significativa no es el resultado final, sino el camino que ha llevado hasta él. Kate Middleton, según ha explicado la prensa británica, libró una batalla interna y, posiblemente, con su esposo.
La Princesa de Gales guardaba la esperanza de que su hijo pudiera tener una experiencia educativa similar a la suya en Marlborough College, un internado mixto conocido por su enfoque más liberal y moderno. Finalmente no consiguió romper el protocolo. Un cambio que sí esperaba parte de la opinión pública.

Kate floreció en Marlborough, un entorno que contrastaba con su difícil experiencia previa en un colegio solo para chicas, y deseaba para su hijo una atmósfera menos "encorsetada" y elitista.
Este dilema representa a la perfección la dualidad de los Gales: por un lado, su deber de preservar una institución milenaria; por otro, sus esfuerzos por modernizarla y hacerla más cercana. La posibilidad de que los tres hermanos, Jorge, Carlota y Luis, pudieran acudir juntos a un centro mixto como Marlborough.
Se trataba de una opción que, según los expertos, Kate valoraba enormemente. No solo por la unión familiar, sino también por aligerar la carga de seguridad que supone proteger a los príncipes en distintas localizaciones. Sin embargo, el peso de casi 600 años de historia y el destino de un futuro rey han sido factores determinantes.
Este paso supondrá la primera separación académica de los hermanos, un momento agridulce para una familia que ha demostrado en todo momento una gran unidad. Mientras Jorge se prepara para el rigor de Eton, sus hermanos continuarán en la más relajada Lambrook School.