Chef con gafas y chaqueta blanca sonríe mientras una lupa roja resalta un detalle borroso de comida a su lado.

El espectacular queso de Carme Ruscalleda en su restaurante Moments: Cuánto pesa

La selección de un provolone de gran tamaño despierta sorpresa y admiración en Instagram

Desde que la chef Carme Ruscalleda dejó Sant Pau, ha seguido brillando en el firmamento gastronómico junto a su hijo Raül Balam. Recientemente, un sorprendente post de Instagram —subido por la propia chef— ha desatado expectación.

En la famosa “taula de formatges” del restaurante Moments, ubicado en el Mandarin Oriental de Barcelona, aparece un gigantesco provolone de 4 años, preparado para el gran remate final del servicio. La publicación, acompañada del hashtag #perrematar, desató auténtica fascinación. Pero, ¿qué hay detrás de este inusual homenaje al queso?

Un homenaje al producto local con sello familiar

Consciente de la creciente demanda de experiencias únicas en alta cocina, Moments —conducción gastronómica de Raül Balam y acompañada por la inestimable contribución de su madre— ha reforzado su carta de quesos como parte de su filosofía de producto de temporada.

Chef con chaqueta blanca frente a un campo con un círculo que muestra un acercamiento de legumbres
El plato de Carme Ruscalleda | XCatalunya, Carme Ruscalleda

El provolene en cuestión es un queso madurado durante cuatro años y de 30 kilos de peso, un lujo que remite a su origen y método artesano. Su elección no responde a capricho, sino que es una declaración de principios. Ruscalleda y su hijo apuestan por la cocina conectada con las raíces y la autenticidad.

Tras el provolone, una elección estratégica

Tradicionalmente, Moments ofrece quesos como parte de su experiencia degustación, seleccionados por su calidad. Bajo la batuta de Raül—quien ha heredado la exigencia familiar—la mesa de quesos se ha convertido en un guiño didáctico y emocional; un recorrido sensorial por la riqueza local.

Si bien el restaurante ya contaba con dos estrellas Michelin —Fruto del trabajo en equipo entre madre e hijo— este provolone de 30 kg marca un momento inédito en su propuesta.

Chef sonriente con gafas y uniforme blanco en una cocina profesional con cinco estrellas rojas al frente
Reseña de Carme Ruscalleda | XCatalunya, nickworks

Admiración del público

Tras la imagen, aficionados y gastrónomos reaccionaron con sorpresa y admiración. En foros especializados, algunos lo describen como “una jugada audaz” que reconecta al comensal con la esencia del producto. No faltaron comentarios sobre el impacto visual. Un bloque de queso de gran formato transmite majestuosidad, compromiso con lo local, y celebración culinaria.

Además, en redes profesionales se valoró como una estrategia inteligente de marketing gastronómico. Algo tan fotogénico potencia la visibilidad de Moments, que ya es un referente de vanguardia catalana.

Herencia y legado gastronómico

Carme Ruscalleda acumula siete estrellas Michelin: tres por Sant Pau en Sant Pol de Mar, dos por Sant Pau en Tokio y otras dos, precisamente, por Moments. Su hijo Raül, que obtuvo dos estrellas en Moments en 2013, ha sido el artífice del día a día del restaurante, con su madre como consejera regular.

Dos personas conversan en una cocina moderna rodeadas de cestas con frutas variadas como naranjas, fresas, manzanas y uvas.
Carme Ruscalleda en el programa Tot es mou | TV3

En una entrevista en El País, Carme confesaba: “Raül no me necesita, pero sumamos”, refiriéndose a la complicidad creativa entre ambos. Este provolone es otro ejemplo de esa simbiosis. La publicación coincide con un momento de redefinición en Moments, que celebró recientemente sus 15 años y ha lanzado un menú conmemorativo.

Con la intención de “soltarse la melena” —como aseguraban madre e hijo— se anticipa una temporada con novedades y sorpresas que emocionen tanto al público local como internacional. El queso gigante es solo el comienzo.