El pasado 29 de abril, la infanta Sofía alcanzó la mayoría de edad, marcando un hito en su vida y en la de la familia real española. A diferencia de su hermana, la princesa Leonor, quien juró la Constitución y emprendió una formación militar como heredera al trono, Sofía ha optado por un camino distinto, generando diversas reacciones dentro y fuera de la institución monárquica.
Cambio de planes
A sus 18 años, Sofía se encuentra finalizando el Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College de Gales, con su graduación prevista para el 24 de mayo. A diferencia de Leonor, quien sigue una estricta formación militar, la Casa Real ha confirmado que Sofía no recibirá instrucción castrense. Esta decisión marca una ruptura con la tradición y ha sido interpretada por algunos como un gesto de afirmación personal por parte de la infanta.
Además, se ha especulado sobre su rendimiento académico en Gales. Algunos medios han informado que Sofía ha enfrentado desafíos en su desempeño escolar, incluyendo amonestaciones por impuntualidad y dificultades en asignaturas numéricas. Estas informaciones han generado preocupación en la Casa Real, que desea que la infanta asuma con responsabilidad su papel dentro de la institución.

Sofía se mantiene firme
La Casa del Rey ha comunicado que, por el momento, no se contempla la posibilidad de una formación militar para Sofía. En cuanto a su futuro académico, aunque no se ha confirmado oficialmente, se barajan opciones tanto en universidades españolas como extranjeras. Algunas fuentes apuntan a que podría optar por continuar sus estudios en el extranjero, siguiendo los pasos de su padre, el rey Felipe VI, quien estudió en Estados Unidos.
El rey Felipe VI ha reconocido la mayoría de edad de su hija otorgándole la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, su primera condecoración oficial. Este gesto simboliza el inicio de una nueva etapa en la vida de Sofía y su papel dentro de la familia real.
Por su parte, la princesa Leonor, desde el buque escuela Juan Sebastián Elcano, donde continúa su formación militar, felicitó a su hermana por su cumpleaños a través de un teléfono satelital, demostrando la cercanía entre ambas a pesar de la distancia.

La decisión de Sofía de no seguir una formación militar y su deseo de estudiar en el extranjero han generado diversas opiniones. Algunos expertos en protocolo consideran que esta elección podría permitirle desarrollar un perfil propio dentro de la institución, centrado en ámbitos específicos como la cultura o la cooperación, complementando así el rol de su hermana.
Sin embargo, también se han planteado preocupaciones sobre su preparación y compromiso con las responsabilidades que conlleva su posición. La Casa Real espera que, a pesar de no ser la heredera al trono, Sofía desempeñe un papel significativo dentro de la monarquía, apoyando a su hermana y representando a la institución en diversos actos oficiales.