En la familia real, los roces no son algo nuevo, pero pocos han resultado tan decisivos como el distanciamiento que hoy se vive entre Felipe VI, Letizia y los hijos de la infanta Cristina. Ese desapego no surge de la nada: se han arrastrado tensiones desde que la entonces periodista, procedente de una familia trabajadora, entró en Zarzuela y empezó a tratar con los Borbón de cuna. Ella siempre tuvo la sensación de no ser totalmente aceptada.
Los rumores apuntan a que Juan Carlos I y, en particular, la infanta Elena nunca mostraron mucho aprecio por la que se convertiría en reina consorte. La frialdad se evidenció pronto, aunque con la infanta Cristina había otro grado de afinidad. Una de las razones era la juventud de ambos hermanos, Felipe y Cristina, que compartían más cosas y se apoyaban mutuamente en momentos cruciales.
![Un grupo de personas posando en una plaza con edificios coloridos y banderas en el fondo. Un grupo de personas posando en una plaza con edificios coloridos y banderas en el fondo.](/filesedc/uploads/image/post/la-casa-real_1200_800.webp)
Sin embargo, la amistad entre Letizia y la infanta Cristina se rompió cuando estalló el caso Nóos. Hasta entonces, pasaban vacaciones juntos y, según algunos testimonios, Iñaki Urdangarin y Cristina fueron los primeros en dar la bienvenida a Letizia a la familia. Con el escándalo, la situación se hizo insostenible: Felipe y Letizia se alejaron, dejando a Cristina e Iñaki a merced de los tribunales.
Distanciamiento con Iñaki y Cristina
Desde ese punto, la grieta se ensanchó. La decisión de apartar a los entonces duques de Palma de los actos oficiales fue interpretada por la infanta Cristina como una traición. Ella no podía entender cómo su propio hermano, al que tanto ayudó en su relación con Letizia, la dejaba sola ante el huracán mediático. Ese distanciamiento afectó no solo a los adultos, sino también a sus respectivos hijos.
A raíz de todo esto, los hijos de Cristina —Juan, Pablo, Miguel e Irene— se vieron obligados a cambiar de país, de amigos y de vida. De Barcelona saltaron a Estados Unidos, y después a Suiza, mientras la tormenta judicial perseguía a Urdangarin. Según algunas fuentes, Juan fue uno de los más perjudicados: afrontó burlas y comentarios en sus colegios, hasta el punto de asociar ese sufrimiento con la actitud distante de Letizia y Felipe.
![Imagen de la Familia Real durante el desfile del 12 de octubre Imagen de la Familia Real durante el desfile del 12 de octubre](/filesedc/uploads/image/post/reyes-espana-desfile-12-octubre_1200_800.webp)
Además, la reina tiene un carácter contundente que muchos definen como frío. Quienes la conocen aseguran que puede resultar inflexible cuando se trata de proteger su familia nuclear. La consecuencia más evidente es que Leonor y Sofía no se relacionan con los primos de su edad. Las tensiones entre adultos repercuten en la generación más joven, que raramente comparten encuentros o viajes familiares. Todos señalan a una culpable.