En ‘First Dates’ el romance suele llegar con postre, pero hay noches donde el menú cambia de forma inesperada y deja titulares encendidos. La última sorpresa ha devuelto al foco un momento recordado por su brusquedad, que ahora vuelve a circular con fuerza en redes y foros televisivos. Nada más sentarse, Miguel intentó romper el hielo con una honestidad poco habitual para un primer encuentro televisado. “Me gustas, no sé si te gusto”, confesó, mientras su cita, José Miguel, respondía con silencios que anticipaban una ruptura sin preámbulos ni miramientos.
Un plantón fulminante que dejó helado a Miguel
El desenlace fue inmediato: “No eres lo que yo estoy buscando, lo siento mucho; me voy ya”, dejó caer antes de abandonar la mesa. El restaurante se quedó sin conversación ni postre, y con una frase lapidaria resonando en plató y redes: “Se ha largado”. El episodio fue etiquetado por la producción como “la cita más corta de la historia del programa”, una etiqueta que el propio canal ha reactivado con clips y repeticiones recientes. El momento, emitido originalmente en primavera y reimpulsado este agosto, volvió a escalar en menciones y búsquedas vinculadas al formato.
Sobera media y Miguel se desahoga
Carlos Sobera intentó mediar para que el adiós no sonara a portazo, aunque la decisión ya estaba tomada y el comensal había salido del plano. Miguel, aún en shock, verbalizó su decepción con una mezcla de dignidad y enfado. “Podría haber sido más educado; el chico ha cogido y se ha largado”. La realización prometió una segunda oportunidad para él, que aceptó con una frase que terminó ganando aplausos: “Yo soy el que ha ganado”.

La discusión se trasladó de inmediato a X, donde los usuarios debatieron sobre la delgada línea entre la sinceridad y la mala educación. Bajo etiquetas del programa, muchos defendieron el derecho a decir “no” sin teatro, mientras otros pidieron empatía y mínimos de cortesía en pantalla. Los clips oficiales con el rótulo “la cita más corta” multiplicaron las reproducciones del fragmento de ese programa. El programa de Cuatro, anclado entre el romance y el choque de caracteres, acumula precedentes tan virales como polémicos.
El show que vive del choque emocional
Es el caso de Jesús “Crazy”, expulsado tras engaños múltiples y convertido en ejemplo de cómo los límites del formato se tensan con frecuencia. También figuran las citas subidas de tono que terminan en reservado, demostrando que el termómetro emocional del restaurante puede saltar del hielo al fuego en cuestión de minutos. Ese contraste explica la adicción del público y la pegada del programa en Google Discover, donde palabras como “romance”, “escándalo” o “ruptura” conviven sin rubor. La mecánica sigue siendo sencilla y efectiva: emparejamientos quirúrgicos, edición trepidante y un presentador que sabe cuándo calmar y cuándo dejar respirar el conflicto.
Por eso, cuando aparece un plantón exprés como el de Miguel y José Miguel, la conversación trasciende la anécdota y cuestiona la etiqueta en tiempos de citas exprés. Miguel tiene el apoyo de la audiencia y una promesa de revancha televisiva, que puede traducirse en una segunda oportunidad más acorde con sus expectativas. El programa, mientras tanto, capitaliza la polémica y confirma que su magnetismo reside en mostrar el amor cuando nace, y también cuando no quiere nacer.