La princesa de Gales acapara titulares con una decisión real inédita. Kensington Palace ha anunciado que, a partir de 2026, tanto Kate Middleton como el príncipe Guillermo podrán otorgar Royal Warrants. Se trata de una prerrogativa reservada a muy pocos, completamente innovadora para una Princesa de Gales y que no se concedía desde 1910.
Un rol que realza su influencia institucional
Desde el anuncio oficial se confirmó que ambos asumirán formalmente la facultad de avalar a empresas con esta distinción real. Solo el monarca o ciertos miembros designados pueden otorgar este sello de excelencia. Convertirse en los primeros en ostentar este rol desde Mary de Teck, abuela de la reina Isabel II, posiciona a Kate en un lugar histórico.
El “Kate effect” institucionalizado
El impacto comercial de Kate va más allá de su estilo, ya consolidado desde su vestido azul Issa en 2010. Ahora se traduce en un respaldo oficial a la industria británica. Diseñadores como Alexander McQueen, Jenny Packham o la joyería Monica Vinader figuran entre las posibles beneficiarias de estos rechazos privilegiados. Será la primera vez en más de un siglo que una Princesa de Gales legitime productos y servicios con sello real.

Expertos señalan que esta iniciativa va más allá de la moda: representa una forma de cultura diplomática suave. La medida refuerza la conexión entre monarquía y comercio, ofreciendo a Kate y Guillermo nuevas herramientas para proyectar valores nacionales y reforzar su liderazgo ante una monarquía en plena transición. Además, llega en un momento en que ambos se preparan para asumir responsabilidades mayores en el Palacio.
Camino recorrido
No podemos olvidar que 2024-2025 fue un curso complejo para Kate. Tras una operación abdominal en enero de 2024 y su posterior diagnóstico de cáncer, la princesa ha recibido numerosos elogios por su recuperación progresiva. Viajó al Royal Marsden en enero, regresó a apariciones como Wimbledon y Trooping the Colour, y ha mostrado una actitud serena y decidida.
El respaldo de expertos destaca su profesionalismo, influencia y las apuestas institucionales que respaldan su futuro. Quienes siguen la evolución de los Cambridge, subrayan su estrategia de transición, construyendo un núcleo sólido tanto en sus funciones reales como en la preparación de sus hijos para una vida pública consciente.

Refuerzo de su rol en la monarquía moderna
El título que Kate ostenta desde 2022 —Princesa de Gales, así como duquesa de Cornualles, Cambridge y Rothesay— se verá aún más fortalecido con esta nueva responsabilidad. Se enmarca en una tendencia clara. Kate está tomando decisiones con firmeza, tanto para su salud como para su imagen pública, preparando su futuro papel como reina consorte.
Además del nuevo privilegio con los Royal Warrants, se espera que en julio próximo abran el proceso de solicitudes. Su objetivo será premiar la calidad británica, una acción que podría revitalizar sectores comerciales afectados tras el Brexit o la pandemia. Además, el equipo que forman Kate y Guillermo seguirá definiendo estrategias institucionales, diplomáticas y culturales.