Desde su triunfo en la novena edición de MasterChef en 2021, Arnau París se ha convertido en un rostro muy familiar para el público catalán. Pero más allá de su pericia culinaria, este año su vida personal acapara titulares: su relación con la también chef Rais Esteve, conocida por su papel como asesora culinaria en el mismo programa, se ha convertido en una historia de amor tan atractiva como sus recetas “pim‑pam” favoritas de TV3.
El encuentro que no solo encendió fuegos de cocina
Arnau no solo conquistó el habla catalana sino también el corazón de la joven chef, que lo había acompañado como asesora en “MasterChef”. Así lo desveló él mismo en una entrevista en Ara. Aunque él empezó a mostrar su interés “dos años después”, hoy reconocen que fue en ese plató donde empezó todo.
Aquellas primeras chispas saltaron entre recetas, confidencias y complicidad culinaria. Las redes sociales de la pareja son un escaparate de su complicidad. Desde recetas conjuntas hasta escapadas rurales con productos locales.
La relación
Arnau y Rais cada día acercan su universo auténtico al público. Él, rubio y comunicativo, cuenta con un estilo fresco. Ella, morena y con rizos, aporta ingenio culinario y contagian su entusiasmo en cada vídeo o fotografía compartida.
A nivel mediático, la relación suma puntos a su imagen conjunta. Arnau ha enfatizado cómo el éxito en la televisión le abrió puertas, pero el verdadero sustento de su vida emocional lo encontró junto a Rais, con quien vive una complicidad cotidiana nutrida por la cultura gastronómica. En su libro A foc lent, publicado este marzo, él mismo destaca la presencia de Rais como voz imprescindible, al igual que otras personas cercanas, subrayando su papel vital en su narrativa.
Crecimiento personal compartido
La transformación profesional de Arnau no ha sido sencilla. Tras ganar MasterChef, confesó haber pasado por momentos complicados y tener que acudir a terapia. Agradece haber encontrado en TV3 su lugar, algo que describe como "salvavidas".
Estas experiencias lo han consolidado, y junto a Rais, forman un binomio equilibrado. Él aporta visibilidad y ella conocimiento gastronómico, provocando que su historia se convierta en un relato sólido más allá de la anécdota romántica.
Proyectos conjuntos
Con proyectos como el libro A foc lent y experiencias gastronómicas en su masía familiar en Boada, la pareja avanza sin prisa, pero con paso firme. Entre entrevistas, recetas conjuntas y colaboraciones en redes como TikTok e Instagram, donde comparten trucos y anécdotas de cocina “pim‑pam”, su complicidad parece imparable.
La historia de Arnau París y Rais Esteve no es solo un romance surgido de los reflectores de MasterChef. Es la evolución natural de dos trayectorias profesionales que se entrelazan también fuera de la cocina.