A lo largo de los últimos años, Bad Gyal ha pasado de ser la joven catalana que sorprendía en los círculos de dancehall y reguetón a convertirse en una auténtica estrella de la música urbana internacional. En medio de su frenético ascenso, la intérprete de “Fiebre” o “Zorra” no solo ha logrado expandir su propuesta musical a escenarios de todo el mundo, sino que ha exhibido una evolución personal y estilística que despierta pasión y polémica a partes iguales.
Estos días, además, la artista ha querido dar a conocer un episodio que califica como uno de los más “surreales” de su trayectoria: un mes en el que, por voluntad propia, decidió convertirse en su propia estilista yendo a la caza de prendas en Vinted, la famosa app de compraventa de ropa.
Un repaso a su galería de fotos
Todo surgió cuando Bad Gyal compartió en sus stories de Instagram una serie de fotografías que documentaban su evolución estilística. Desde looks que lució hace ya cinco años —con prendas que aún conserva— hasta conjuntos recientemente diseñados por estilistas profesionales, la joven nos permitió asomarnos a un álbum de recuerdos recientes que recorre su eclosión como referente de la moda urbana.
Sin embargo, el momentazo que despertó la atención de sus seguidores llegó casi al final de esa recopilación de imágenes. De repente, la intérprete dejó ver una instantánea de una fase particular: “Aquí fui yo mi propia estilista por... un mes creo??? Uf, casi me da algo, qué estrés”, confesó la cantante.
Lo curioso es que, en la tarea de improvisar su propio guardarropa y “montar” looks que tuvieran su sello, utilizó la plataforma de segunda mano Vinted para encontrar piezas originales y combinar ropas inverosímiles. Eso sí, siempre con un puntito de locura que solo Bad Gyal puede llevar a cabo.
“Muerta de estrés” pero con ayuda de su amiga Adri
Ante el bombardeo de curiosidad por parte de sus fans, la artista admitió que la experiencia no fue nada fácil: “Menos mal que la Adri me ayudaba con los pedidos de Vinted”, escribió. Ese mes de “autoservicio” en materia de vestuario le resultó todo un caos, mezclando rodajes, ensayos musicales y la búsqueda de prendas que encajaran con su estilo en continua mutación.
Lo más surrealista, afirma, fue el deber de coordinar envíos, revisiones de talla, ajustes de último minuto y retoques para que sus atuendos compaginasen con la estética que quería proyectar.
Lo que más ha sorprendido es que, aun siendo hoy una superestrella, Bad Gyal reconozca que un factor esencial de su esencia artística y su personalidad como icono de la moda se originó en esas semanas intensas: un “hazlo tú misma” que compaginaba con la presión por llegar a estudios de grabación, conciertos y lanzamientos. El resultado de esa anécdota, dice, fue tanto o más revelador que algunas colaboraciones musicales que ha llevado a cabo.
La nostalgia por una etapa anterior
Otro foco de interés de las stories fue la referencia a quienes le piden que “vuelva a vestirse y ser como antes”. Parte del fandom añora a la Bad Gyal de los comienzos, más desaliñada, quizás más genuina en apariencia. Sin embargo, la artista ha comentado que con cada año que pasa, muta un poco más.
“Han pasado 3-4 años y una buena fashion victim tiene etapas”, escribió al respecto, reivindicando su libertad para reinventarse. Añadió que ha sido testigo de cómo las tendencias de inicios de la década de 2000 se volvieron súper populares y que, en 2025, tiene muchas ideas frescas que le apetece probar.
La relación con sus seguidores y su futuro musical
Con la publicación del documental “La Joia” para cerrar 2024, Bad Gyal expuso más de su vida íntima de lo que muchos esperaban, confirmando su pasión por la música e, irónicamente, su amor-odio por la fama. A la vez, con cada single que lanza, no deja de conquistar fans en todo el mundo, cautivados por su carisma y su innegable magnetismo escénico. Que comparta ahora la anécdota más surrealista de su carrera —ese mes bohemio como su propia estilista— demuestra su cercanía a la audiencia y una voluntad de transparencia que la distingue de otras figuras del panorama urbano.