Álvaro Morata y Alice Campello han puesto fin a su etapa en Turquía y lo han hecho con un mensaje que no ha dejado a sus miles de fieles seguidores. Han cerrado así seis meses cargados de ilusión. Ahora, Álvaro Morata ha emitido un comunicado donde ha confesado que cambia de ciudad junto a su familia y ha dejado claro que el trato de su club "es inaceptable".
La pareja había aterrizado en Estambul con la mayor de las esperanzas. Les habían acompañado sus cuatro hijos. El país se había convertido en el refugio perfecto para sellar su reconciliación.

Aquella página había comenzado con sonrisas y abrazos. Ahora se ha cerrado de forma abrupta. La despedida ha mezclado gratitud, decepción profesional y alivio.
Álvaro Morata y Alice Campello dejan de vivir en Turquía
La llegada a Turquía había sido emotiva, entre cánticos y ovaciones, la familia había posado con la camiseta naranja y roja. Alice había celebrado el cambio: “¡Ya me he hecho una experta!”, había dicho.
“Puedo organizar mudanzas, buscar casas… puedo con cualquier cosa”. Había descrito la rutina con cariño: “Estamos en familia, damos paseos… Ahí la gente no te para muchísimo por la calle y podemos hacer una vida más normal”.

Pero las complicaciones habían llegado pronto y hoy, aquella calma se ha roto con un mensaje contundente. Álvaro ha decidido hablar alto y claro y se ha dirigido a la afición y a la ciudad que le había arropado. En un comunicado, el delantero ha abierto su corazón y ha mostrado gratitud, pero también tristeza.
“Queridos aficionados del Galatasaray y pueblo de Turquía, quiero agradecer sinceramente vuestro cariño y apoyo”, ha escrito. Sin embargo, ha dejado claro que no todo ha sido positivo: “Lamentablemente, no puedo decir lo mismo sobre mi experiencia con el club”, ha afirmado. “La palabra dada y el respeto a los valores no se han respetado”.
Álvaro Morata confirma que ha decidido tomar un nuevo rumbo en su carrera
Morata ha explicado lo que muchos intuían: Los compromisos pactados no se han cumplido: “Hasta el final, los compromisos adquiridos no se cumplieron. Renuncié a parte de mi salario y a otros derechos contractuales que ya había ganado. No reconocer lo que se ha ganado me parece inaceptable”.

El mensaje ha sido duro, pero medido. Ha explicado por qué la familia, acostumbrada a mudanzas, ha decidido cambiar de nuevo de rumbo. Morata ha defendido la transparencia.
Ha agradecido también a su entrenador, a sus compañeros y al personal del club. Así, Álvaro Morata ha dado la última hora de su vida con Alice Campello. Dejarán Estambul y se marcharán hacia un nuevo destino.