La temporada comienza a adentrarse ya en sus postrimerías y los equipos empiezan a determinar sus hojas de ruta a seguir en el próximo mercado estival de fichajes. Equipos como el Burgos, el Tenerife o el Real Zaragoza, que tienen prácticamente confirmada su presencia en la Liga Hypermotion el próximo curso. Para el verano, pues, buscarán confeccionar la mejor plantilla posible para así poder pelear por el ascenso el año siguiente.
Y, para eso, todos han llegado a la conclusión de que les interesa pescar a una joven promesa que, con su ímpetu juvenil, les ayude a lograr el ansiado objetivo. Ante esta tesitura, los tres tienen monitorizado a un futbolista del filial del Sevilla que este año la está rompiendo en Segunda RFEF. Sin embargo, no está teniendo oportunidades con el primer equipo y se siente preparado ya para dar el salto a la Segunda División.
Su nombre es Lulo Dasilva, es español y puede ocupar tanto las demarcaciones de centrocampista como la de defensor central. Aunque por ahora su nombre es más bien desconocido, su proyección le posiciona como una joven promesa a tener muy en cuenta de cara a los próximos años.
Lulo Dasilva, el salto a Segunda
El jugador español dio sus primeros pasos en el fútbol de primer nivel cuando pasó por el fútbol base del Real Betis. A la edad de Juvenil cambió el verdiblanco por el blanco del Sevilla y ahí se ha mantenido hasta la actualidad. En el presente curso es uno de los integrantes del Sevilla Atlético, que milita en el cuarto grupo de la Segunda RFEF.
Aunque actualmente está lidiando con la recuperación de la grave lesión de ligamentos que padeció hace unas semanas, sus prestaciones anteriores a esto demostraron que es un futbolista con mucho potencial. Es probable que no vuelva a competir hasta enero del 2025, pero eso no ha impedido que grandes equipos de la división de plata se hayan fijado en él. Si mantiene su nivel previo a la lesión, tiene muchos argumentos para convertirse en jugador profesional.
Tiene un perfil de centrocampista de corte defensiva que puede ocupar tanto el centro del campo como la línea defensiva. Su 1,89 metros de altura le postulan como un jugador de mucho portento físico que va muy bien al choque y en el juego aéreo. Apenas tiene 21 años y un futuro brillante por delante.
No es casualidad que, pese a no haber contado con oportunidades en el primer equipo del Sevilla, ya haya varios clubes de Segunda interesados en él. Su contrato vence en 2025 con el club hispalense y todavía es una incertidumbre qué plan tienen los directivos sevillistas con él.