El Real Madrid consiguió su pase a la final de la Supercopa de España al imponerse por 3-0 al Real Mallorca en la segunda semifinal disputada este jueves. El conjunto blanco dominó el encuentro y terminó sellando el triunfo con un gol de Jude Bellingham en el minuto 63, un tanto en propia puerta de Martin Valjent en el descuento y un postrero tanto de Rodrygo en el 90+5’. A pesar de la gran actuación coral, la polémica no faltó. Vinicius Júnior, de nuevo, acaparó titulares por su enésimo rifirrafe con un rival; en esta ocasión, Pablo Maffeo volvió a ser el blanco de sus provocaciones.
La historia entre Vinicius y Maffeo arranca tiempo atrás, pues el lateral del Mallorca ha sido, en distintas ocasiones, una auténtica pesadilla para el brasileño. Esta vez, el encontronazo comenzó pronto, cuando en los primeros compases del partido, el colegiado tuvo que intervenir tras una supuesta acción de Vinicius, que rozó el cuello de Maffeo. El contacto pareció leve, pero el jugador bermellón reclamó la acción con vehemencia, encendiendo los ánimos de ambos. El intercambio de palabras fue subiendo de tono, al punto de necesitar otro aviso del árbitro para templar los ánimos.
La cosa no terminó ahí. Las cámaras de Movistar captaron una situación poco edificante después de que Jude Bellingham anotara el 1-0 para el Real Madrid. Vinicius, lejos de celebrarlo con sus compañeros, se dirigió a Maffeo soltando un “Eres malísimo. ¡Te vas para casa! ¡Vas a casa!” con gestos de burla. El brasileño, que hace apenas una semana había protagonizado otra polémica en Mestalla tras una cartulina roja por una agresión a Dimitrievski, volvía a mostrarse calentón y retador.
La enísima de Vinicius
Lo que vino después resulta casi tan llamativo: Carlo Ancelotti intervino para pedirle al ’7’ que frenara sus provocaciones y siguiera metido en el juego. “¿Qué? ¡No he hecho nada!”, respondió Vinicius con un tono que evidenció su molestia y poca disposición a bajar los decibelios. El técnico italiano, que suele ser comprensivo con las reacciones de su estrella, no disimuló su disgusto ante la actitud del atacante. Si bien en público Ancelotti lo ha defendido y ha pedido protección arbitral para él, las cámaras mostraron que la paciencia del entrenador también tiene un límite.
El episodio, que se suma a varios que Vinicius ha protagonizado durante la temporada, saca a la palestra el debate sobre su conducta. Por un lado, se reconoce la necesidad de protegerlo ante entradas duras y provocaciones rivales; por otro, crece la sensación de que el propio atacante provoca e intenta desesperar a sus contrincantes sin necesidad. Incluso Ancelotti, uno de los defensores más firmes del brasileño, pareció harto en el banquillo, llegando a increparlo.
De esta forma, el Real Madrid afronta la final de la Supercopa sin mayores complicaciones deportivas (victoria solvente contra el Mallorca) pero con una nueva polémica en el entorno de Vinicius. Su calidad y potencial son incuestionables, pero el brasileño deberá reflexionar si este tipo de conductas favorecen a su equipo o, por el contrario, terminan generando un desgaste innecesario. Mientras tanto, en la casa blanca esperan que Vini se centre en lo puramente futbolístico y sea ese jugador desequilibrante que resulta fundamental para aspirar a títulos.