El Valencia-Real Madrid del pasado 2 de marzo tuvo una de las previas más tensas de los últimos años en LaLiga. También uno de los pospartidos más polémicos, con el gol anulado de Jude Bellingham sobrepasado el tiempo de descuento. El enfrentamiento entre Vinicius y el Valencia por los episodios racistas de una mínima parte de la afición che el pasado curso fue el gran aliciente del choque.
Eso generó un debate multitudinario y una apatía tremenda del madridismo (y parte de la comunidad futbolera internacional) hacia el valencianismo con Vinicius como precursor principal. Por eso, en el Real Madrid había muchas ganas de la visita a Mestalla de principios de marzo.
Tanto fue así que, de hecho, durante los días previos a la disputa del partido ya estuvieron calentando la contienda con publicaciones en redes sociales. En una de ellas, mostrando su apoyo a Vinicius con una imagen suya celebrando un gol, añadieron un sticker que fue el que generó el cabreo del brasileño.
El 'sticker' del mosqueo
En ese sticker aparecen diversas figuras que muestran la evolución del mono al ser humano acompañadas de un texto en el que puede leerse 'Vini Vici'. Evidentemente, la intención del encargado de esta publicación no era otra que la de apoyar al jugador de su club. Sin embargo, a Vinicius no le sentó nada bien.
El mosqueo llegó hasta tal punto que, según informa Relevo, el atacante tenía intenciones serias de no disputar el partido del Real Madrid en Mestalla. El director general del Real Madrid, José Ángel Sánchez, fue el encargado de calmar al futbolista y de convencerle de jugar. Vinicius aceptó, pero, eso sí, siempre y cuando se tomaran medidas contra los encargados de este desliz.
Valencia 2-2 Real Madrid | HIGHLIGHTS | LaLiga 2023/24
El club le prometió la aplicación de las pertinentes medidas disciplinarias a los culpables, simples trabajadores del departamento de comunicación del Real Madrid. Al final, Vinicius se olvidó de la polémica y anotó un doblete que le sirvió al elenco de Carlo Ancelotti para llevarse un punto del feudo che.
Evidentemente, el '7' del conjunto merengue dejó su huella en el partido. Más allá de los goles y de sus acciones individuales de mucho talento, el brasileño se encaró con la afición en varias ocasiones. Además, al término del duelo, voluntarioso de protagonismo, empujó con violencia a Sergi Canós mientras el valenciano conversaba tranquilamente con Andriy Lunin.