Lo que ocurrió la semana pasada en Mestalla no dejó indiferente a nadie. El choque entre Valencia y Real Madrid ya se auguraba de lo más tenso por todos los alicientes que lo rodeaban. Sin embargo, fue mucho más allá y terminó con mucha polémica.
La gran queja de los aficionados merengues sobre aquel duelo es el gol que no dio por válido Gil Manzano porque señaló el final justo antes del remate. Si ese tanto llega a ser válido, el Real Madrid se hubiera llevado la victoria y tendría ahora 2 puntos de ventaja más que el Barça en LaLiga. A raíz de ahí, se generó una tangana final que terminó con Jude Bellingham expulsado.
Tal y como indicó el colegiado en el acta, el inglés recibió la cartulina roja por dirigirse hacia él "con una actitud violenta". Y, por ese motivo, el Comité de Árbitros no escuchó las quejas madridistas y corroboró los dos partidos de sanción.
Como la hinchada merengue sigue considerando injusta la expulsión, hoy han querido mostrar su apoyo a su futbolista más destacado esta temporada. Antes de comenzar el duelo que les enfrentaba al Celta en el Santiago Bernabéu, la grada de animación ha enseñado una pancarta. En ella podía leerse un mensaje: "Hey Jude! El madridismo está contigo".
La temporada de Jude Bellingham
Pese a ser centrocampista ofensivo, Jude Bellingham ha aterrizado de pie en LaLiga y a estas alturas de la temporada sigue manteniéndose como el pichichi de la competición. Acumula 16 goles y 3 asistencias en 22 partidos en el torneo liguero y 20 dianas y 9 últimos pases en el cómputo global.
Cumplido el medio año desde su llegada al Santiago Bernabéu, ya están más que justificados los más de 100 millones que Florentino Pérez invirtió en él. Además, todavía le quedan muchos buenos ratos por pasar junto al madridismo, pues su actual contrato vence en 2029. Y cabe recordar también que, aunque juegue como si tuviera 27, Jude Bellingham, tiene tan solo 20 años.
Su actitud ha sido también reseñable desde principio de temporada. Apenas ha protagonizado un episodio de egocentrismo o de falta de respeto. El sábado pasado en Mestalla se fue de la lengua, pero su cabreo, para algunos, está más que acreditado.