Víctor Font, el que fue candidato a la presidencia del Barça en las elecciones de 2021, ha vuelto a entrar en escena para analizar los diferentes asuntos que atañan al club azulgrana. Font, que quedó segundo en los comicios celebrados en 2021, obtuvo un 29’99% de los votos. Muy lejos del 54’28% del total de votos que logró Joan Laporta.
Víctor Font nunca ha escondido sus ansias de ser el futuro Presidente del FC Barcelona, y ha querido analizar en una entrevista al diario Marca los diferentes asuntos que han generado más polémica en los últimos años del segundo mandato de Joan Laporta.
Críticas a la nefasta gestión económica
Víctor Font se ha mostrado muy crítico con la gestión de las finanzas del club que ha hecho Joan Laporta desde que asumió la presidencia por segunda vez. Font obvió y pasó por alto la herencia que recibió Laporta de las anteriores juntas de Bartomeu y Rosell, y solo se centró en atacar al actual presidente.
En este sentido, Font subrayaba que: "Salvar al club no es cuadrar el balance. Y esta temporada tampoco cuadramos el negocio ordinario, aunque digan que sí. Cuadraremos vendiendo jugadores. Esto permitirá a la junta salir y decir que hemos salvado al club. Si tienes 1.000 euros y gastas 1.200... y esto el Barça aún lo tiene. Nos vendemos patrimonio para tapar agujeros en forma de jugadores o negocios".
Font no citó en ningún momento la gran deuda que está saneando desde 2021 Joan Laporta, después de que los auditores Ernst & Young apuntaron que: “La deuda neta a 30 de junio de 2021 es de 680 millones de euros. Teniendo en cuenta que el total de las inversiones realizadas en el desarrollo del Espai Barca es de 122 millones de euros, la deuda ajustada es de 558 millones de euros “. Todo ello fue el legado que tuvo que recoger Laporta de la anterior Junta Directiva.
Achaca los cambios de rumbo en la parcela deportiva y la gestión de La Masia
Font cargó duramente sobre la política de fichajes que está llevando el club, y que no están mejorando sino empeorando cada año que pasa. Además, fue muy duro con la política de vaivén en relación con los técnicos que deben ocupar el banquillo culé.
Font, no dejó escapar tampoco su crítica sobre la mala gestión de la Masia cuando sentenció que: "No hay suficiente con querer al Barça, hay que gestionarlo y bien. Hacen falta propuesta y no mensajes triunfalistas. Hace falta transparencia, proyecto y no improvisación. Que se respete a las leyendas. No podemos esperar al 2026. Es momento de coordinar y exigir al club que haga las cosas bien. Laporta de 2024 es más un problema que la solución". Hecho que aprovechó para hacer gala de que él lleva trabajando por el fútbol base azulgrana desde hace muchos años.
Posible moción de censura: el tema estrella
Pero sobre el tema estrella, como es la posible moción de censura, Font apeló al socio haciendo un llamamiento de que no se espere a 2025 a que el club haya ya naufragado, sino que se exija desde ya un cambio de gestión. Pero Font se mostró mucho más comedido en cuanto le preguntaron si él sería el que emprendería esta moción de censura.
Sí a la movilización, y no a la moción de censura
En este sentido, el que fue candidato a la presidencia dejó muy claro que: "En un club como el Barça, es muy importante la estabilidad. Hay una junta que ha sido escogida y hay que esperar. Activar mociones de censura debería ser el último instrumento y yo soy partidario de utilizarlo única y exclusivamente cuando se cruzan líneas rojas. No me planteo poner la moción de censura".
El empresario catalán fue muy duro con la designación de cargos dentro del club por parte de Laporta cuando subrayó que: "Y no es ningún problema que a raíz de esta fuga de talento que todas las áreas del club estén encabezadas por personas próximas al presidente. Incluso su excuñado sin cargo manda. No doy mi opinión, son hechos".
En definitiva, Font arenga a los socios a moverse y protestar, pero en ningún momento hizo una propuesta constructiva, o dio alguna solución real y práctica para el club. El discurso del excandidato fue fundamentado en la destrucción, la llamada a la movilización y a la, por ahora, no moción de censura hacia Joan Laporta.