Pocas posiciones han generado tanto debate este verano en el Valencia CF como la del lateral derecho. La búsqueda de refuerzos se ha convertido en una necesidad estratégica y, mientras la dirección deportiva explora el mercado, la afición sigue con atención cada rumor. El equipo se encuentra en pleno proceso de construcción tras una campaña marcada por altibajos y la incertidumbre que dejó la lesión de Thierry Correia, todavía sin fecha de regreso segura.
La situación ha obligado a los técnicos y al club a abrir nuevas vías en busca de talento que asegure estabilidad en una banda clave para el esquema de Carlos Corberán.
El recuerdo de temporadas pasadas y la exigencia de volver a luchar por puestos europeos marcan la hoja de ruta del conjunto ché. El cuerpo técnico no quiere dejar nada al azar y, tras la experiencia fallida con Max Aarons, la exigencia de acertar con el próximo lateral es máxima. Foulquier, pese a renovar su contrato, no cuenta con la plena confianza del entorno. Su rol parece encaminarse a la rotación, mientras en el horizonte emerge una alternativa con pasado granota y proyección internacional.

Valencia busca solidez defensiva y mira al futuro con Buba Sangaré como candidato
La operación entrada en el lateral derecho se paralizó después de que Foulquier renovara, pero la planificación no se detuvo. El Valencia necesita asegurar profundidad y calidad para una banda que, en la actualidad, sólo cuenta con el franco-guayanés como opción de primer equipo. Las dudas sobre el nivel real de Foulquier para una temporada larga y exigente siguen presentes entre la afición y el propio club.
La dirección deportiva ha puesto su punto de mira en Buba Sangaré, joven talento nacido en Elche y con experiencia en la cantera del Levante, según avanzó Superdeporte. Actualmente, pertenece a la Roma y compite en la Primavera, pero su nombre ha aparecido con fuerza en las últimas horas. Sangaré, internacional en categorías inferiores de España, cumple justo ahora la mayoría de edad, lo que refuerza la idea de futuro en una operación que mezcla urgencia y proyección.
El contexto de su fichaje es particular: el Valencia desea incorporar al lateral en calidad de cedido, pero la Roma pretende blindar una opción de compra elevada, estrategia habitual del club italiano con sus jóvenes más prometedores. El equipo ché, por su parte, prefiere incluir una opción más realista, considerando el potencial y el desarrollo futuro del jugador. Las negociaciones se mantienen abiertas y el encaje podría ser con ficha de filial, pero con dinámica diaria de primer equipo dada la necesidad inmediata en el puesto.
Si Buba Sangaré terminara llegando a la capital del Turia, la idea inicial del club es la de hacerle ficha del filial para que juegue con el Mestalla pero haciendo dinámica con el primer equipo.
La planificación del Valencia para la temporada 2025/26 se mueve entre la ilusión por los nuevos fichajes y la presión por acertar en los puestos clave, que aún siguen siendo muchos. Las llegadas de José Copete, central procedente del Mallorca; Julen Agirrezabala, portero del Athletic cedido por una cifra cercana al millón de euros; y Dani Raba, extremo derecho que aterriza libre tras su paso por el Leganés, demuestran el intento de rejuvenecer y equilibrar la plantilla. A ellos se sumará oficialmente en breve Santamaria, un refuerzo esperado para el centro del campo.