El Valencia CF, actualmente hundido en la penúltima posición de la clasificación de LaLiga (19º con apenas 15 puntos), busca desesperadamente refuerzos para el segundo tramo de la temporada. La exigencia de Carlos Corberán en el banquillo es máxima, y la dirección deportiva, encabezada por Miguel Ángel Corona, ya ha movido ficha con la llegada de Umar Sadiq para revitalizar el ataque. Sin embargo, el equipo ‘che’ necesita algo más, sobre todo en la sala de máquinas, y ahí, según Estadio Deportivo, es donde entra en escena un nombre que seduce a Mestalla: Pablo Torre, futbolista del FC Barcelona.
Pablo Torre, mediapunta cántabro de 21 años, llegó al Barça en julio de 2022 procedente del Racing de Santander a cambio de tres millones de euros. Con contrato hasta el 30 de junio de 2026 y un valor de mercado que asciende ya a 7,5 millones de euros, el canterano ha ido escalando posiciones en el panorama nacional gracias a su calidad técnica y su visión de juego. No obstante, su papel en el equipo de Hans-Dieter Flick ha sido muy reducido: tan solo 10 partidos repartidos entre LaLiga (7), la Champions League (2) y la Copa del Rey (1), acumulando apenas 348 minutos.
Paradójicamente, en esos limitados encuentros ha mostrado una efectividad notable, con 4 goles y 3 asistencias en su registro. Fueron actuaciones que dejaron señales claras de su potencial para convertirse en un jugador determinante a medio plazo. Sin embargo, la competencia en el centro del campo y en la media punta blaugrana (con nombres como Pedri, Gavi, Fermín López o el mismísimo Dani Olmo) ha dificultado la consolidación de un puesto para el cántabro.
El interés del Valencia y la situación ‘che’
Mientras tanto, en Mestalla, Corberán desea contar con un mediapunta creativo que compita o complemente a André Almeida, hasta ahora titular en dicha posición, aunque desde hace sólo unas semanas. El objetivo no es otro que tratar de escapar de la zona de descenso y conseguir la permanencia en un curso muy complicado, en el que el equipo valencianista suma más sombras que luces. El fichaje de Iván Fresneda para el lateral derecho se ha complicado, y las alternativas —como Nacho Vidal— no terminan de agradar.
Volviendo a Pablo Torre: la operación se vislumbra preferentemente como una cesión. De hecho, el Barça ya mostró predisposición en verano para que el joven mediapunta saliera en busca de minutos. Sin embargo, fue el propio Flick quien frenó aquella salida confiando en darle protagonismo. A la postre, la realidad ha sido distinta: el técnico alemán no ha terminado de hacerle hueco en el once, y tanto el club como el jugador contemplan, ahora sí, la posibilidad de que en enero se concrete su salida.
El factor Dani Olmo: una decisión en el aire
Pero no todo es tan sencillo. El FC Barcelona, tal y como apuntan fuentes cercanas al club, quiere esperar hasta el último momento para tomar una decisión. El gran condicionante es Dani Olmo. El centrocampista sigue sin poder ser inscrito por los problemas de ‘fair play’ financiero del club blaugrana, y Flick no quiere perder efectivos de la medular si finalmente se imposibilitara la entrada de Olmo en la plantilla. En ese caso, Pablo Torre podría convertirse en la mejor alternativa para rotar y refrescar al equipo en las múltiples competiciones que afronta el Barça en el tramo decisivo de la temporada.
En paralelo, otro equipo que suspira por la cesión del cántabro es el Girona, donde el sistema de juego ofensivo y de posesión le vendría como anillo al dedo. El club gerundense, que está firmando una excelente campaña y figura en mitad de la tabla (8º), ya conoce de primera mano la situación del mediapunta tras la cesión formalizada con el Barça en 2023 (aunque apenas contó), y no descarta reactivar las conversaciones.