En Pucela saben que los proyectos deportivos, especialmente tras un descenso, requieren de dosis extras de paciencia, talento y acierto en la gestión de la cantera. La afición del Real Valladolid, resignada pero ilusionada, confía en ver emerger a sus jóvenes en una Segunda División que, históricamente, ha servido de trampolín para las figuras del futuro. La temporada 2025/26 se dibuja como una oportunidad dorada para que los futbolistas con menos minutos en la élite tomen el protagonismo y empiecen a escribir nuevas páginas en la historia blanquivioleta.
Entre los nombres que han despertado mayor expectación destaca el de Iván San José Cantalejo, conocido futbolísticamente como Chuki. Este centrocampista ofensivo, de apenas 21 años, ha pasado de promesa en la cantera a irrumpir en la primera plantilla del Valladolid. Pese a que su debut en LaLiga se produjo con cuentagotas, el tramo final de la temporada cambió la tendencia.
En total, Chuki ha participado en 18 encuentros durante la campaña 2024/25, logrando anotar dos goles. La mayoría de sus minutos llegaron desde el banquillo, aunque el relevo en el banquillo con la llegada de Álvaro Rubio le dio un nuevo impulso. El técnico apostó decididamente por el talento joven y le otorgó la titularidad en los partidos decisivos del curso, incluidos tres encuentros consecutivos que marcaron el mejor momento individual del mediapunta. Especialmente significativa fue su actuación en el Benito Villamarín, donde dejó un gol de calidad ante los ojos de los técnicos del Real Betis.
El Betis, atento a los movimientos de futuro y a la proyección de Chuki
La dirección deportiva del Real Betis ha mantenido en los últimos meses un estrecho seguimiento sobre el crecimiento de Chuki, según han apuntado desde Estadio Deportivo. Desde la entidad verdiblanca consideran que el descenso del Valladolid abre una ventana de oportunidad para incorporar jóvenes con hambre de minutos y margen de mejora. La figura de Chuki resulta atractiva para el Betis no solo por su proyección, sino por su capacidad de adaptación a distintas posiciones ofensivas.
El plan que baraja la dirección deportiva pasa por tantear una posible incorporación ahora que el Valladolid necesita equilibrar cuentas y podría verse obligado a negociar alguna de sus joyas. Sin embargo, el club castellano no lo pondrá fácil. Tanto la afición como la directiva apuestan por hacer de Chuki una de las grandes sensaciones del próximo curso en Segunda, convencidos de que con la marcha de varios pesos pesados, el centrocampista podrá asumir más responsabilidades.
Más protagonismo y una oportunidad para consolidarse en el Valladolid
Con contrato en vigor hasta 2026, el Valladolid tiene la sartén por el mango en cualquier negociación, pero tampoco ignora que los clubes de Primera, como el Betis, pueden tentar a sus jóvenes con la posibilidad de seguir en la élite. Chuki, por su parte, afronta el reto de consolidarse como titular y explotar su potencial en una categoría que suele favorecer la aparición de talentos ofensivos.
La plantilla blanquivioleta sufrirá cambios importantes durante el verano, pero el canterano es uno de los grandes argumentos para ilusionar a la grada. Su visión de juego, capacidad para llegar al área y desparpajo ante rivales de mayor experiencia lo convierten en un jugador diferencial en la categoría de plata.